Ganaderos y responsables de sindicatos agrarios reclamaron ayer apoyo de la Diputación Provincial de Huesca (DPH) en defensa de la ganadería extensiva en la provincia «ante la presión depredadora del lobo». La petición fue formulada durante el transcurso de una reunión con el presidente de la DPH, Miguel Gracia, a quien transmitieron su «preocupación» por la presencia de dos ejemplares de lobo en la zona del Pirineo y de la comarca de los Monegros.

Según informó la institución, los ganaderos y los representantes de UAGA, Asaja y UPA incidieron en la «repercusión negativa» que supone el lobo en las actividades que sustentan la economía de la población del medio rural Consideraron, además, «contradictorio» elaborar discursos contra la despoblación en el medio rural y no atender después a las demandas de apoyo para la ganadería extensiva u otras actividades «amenazadas» por el lobo. En sus respectivas intervenciones instaron a las administraciones a «ser coherentes» con el discurso que promueven y a atender a las demandas de la población rural.

Así, los colectivos advirtieron que «la presión depredadora del lobo, lejos de ser una muestra de vitalidad del medio natural es un riesgo para su conservación», dijeron.

A esta solicitud se sumó la iniciativa presentada por el grupo del Partido Popular en la DPH para su debate en el próximo pleno de la corporación en torno a los perjuicios para la economía rural derivados de la presencia del lobo.

MOCIÓN / El presidente de la DPH se comprometió a trasladar al resto de los grupos políticos las demandas de los ganaderos y de las organizaciones agrarias para promover una moción institucional, o con el mayor apoyo posible, que implique también a los Gobiernos autonómico y al estatal en la adopción de medidas.

La propuesta del PP insta al Gobierno de Aragón a coordinarse con la Administración central para proceder a la captura del lobo y su integración en los hábitats naturales de procedencia de la especie.

Los afectados resaltaron en el encuentro que la ganadería extensiva es una de las actividades «más perjudicadas» por los ataques del lobo, por lo que han insistieron en la elaboración por parte de la DGA de un protocolo de actuación para los ganaderos en los casos que se vean afectados sus rebaños.

En los últimos meses, según los datos aportados por los sindicatos, los ataques sufridos por los lobos han provocado la muerte de 360 ovejas. Ante esta situación, reclaman que los gobiernos se hagan cargo a partes iguales de los costes económicos ocasionados por los daños.