El número de funerales civiles en el cementerio zaragozano de Torrero tan solo representa el 1,8% del número total de celebraciones de este tipo que se registran en el camposanto. El 97% sigue siendo religioso, y el resto representa a otras religiones, principalmente musulmanas.

Esta cifra no es nueva, ya que se mantiene prácticamente estancado desde hace años. Según los datos facilitados por el director de servicios de información y organización de Urbanismo, José Abadía, en lo que va de año, de los 3.157 funerales realizados, 3.064 han sito católicos, es decir, el 97%.

El año pasado, de los más de 4.000 entierros que hubo, 3.941 fueron católicos, un 97,7%. En el 2015, el porcentaje se repetía.

Abadía admitió que la cifra de ceremonias laicas es menor de la que se preveía ya que parecía que se iba a producir un cambio de tendencia que, finalmente, resultó ser algo puntual. El cementerio de Torrero cuenta con un espacio para el culto musulmán. El número de personas que lo utiliza ha crecido de forma progresiva durante los últimos años y es posible que vaya a más, según Abadía. Por su cultura, aquellos musulmanes que fallecían eran repatriados a sus países y los enterramientos que se realizaban en Torrero eran, principalmente, de jóvenes nacidos en España. Esta costumbre está cambiando y ya se está empezando a enterrar a musulmanes de avanzada edad en España.

ESPACIO / Una de las dudas que sobrevuelan por el cementerio es la capacidad del mismo y la disponibilidad de nichos. Los recursos de suelo son limitados. Actualmente, y tras una campaña de inspección, hay más de 3.298 nichos disponibles de los 48.979 destinados al alquiler, según explicó el director de servicios de información y organización de Urbanismo, por lo que, durante un tiempo, el problema de espacio está resuelto.

Este proceso de revisión de nichos sigue en marcha y está previsto iniciar una campaña de inspección en unos 6.000 para declarar la extinción. El ayuntamiento, en primer lugar, trata de poner en contacto con los propietarios para conocer el estado en el pago del alquiler, si tienen previsto renovar la licencia o renuncian a ella. En caso de que no respondan -y tras un periodo de tiempo determinado- o rechacen mantener el nicho, se exhuman los cuerpos y se entierran en la fosa común del cementerio.