Sólo 15 cirujanos plásticos ejercen en la actualidad en Zaragoza, pero son más de 60 los médicos que realizan operaciones de cirugía estética en la capital aragonesa sin ninguna especialidad. Luis López Burbano, jefe de cirugía plástica de la clínica de la Mutua de Accidentes de Zaragoza y expresidente de la Sociedad Aragonesa de Cirugía Plástica, estima que esta situación de intrusismo está propiciada por el vacío legislativo existen en el sector, pendiente desde hace años de una regulación legal. "Ha habido más muertes en España por liposucciones, pero no han tenido tanto eco como las dos últimas. En España, la cirugía estética no está regulada porque hasta ahora no había habido necesidad. El exceso de titulados y el boom de la estética ha empujado a esta a actividad a muchos médicos sin ninguna capacidad científica que ven una forma fácil de ganar dinero", afirma López Burbano. En los últimos cinco años han proliferado en Zaragoza los consultorios estéticos atendidos por especialistas en medicina general y cirugía , que es el título básico que recibe cualquier titulado universitario en medicina o por médicos estéticos, una especialidad inexistente. Las intervenciones se realizan en los propios consultorios, una forma de escapar del control de Hacienda, que no reúnen las condiciones necesarias para practicar la cirugía mayor. Según fuentes médicas, en el barrio de Miralbueno se han hecho operaciones de liposucción en un garaje. Estas prácticas de intrusismo no sólo afectan a los cirujanos plásticos, ya que en estos consultorios también se realizan operaciones de varices, cuya especialidad corresponde a los cirujanos vasculares, y otras que requieren una preparación científica que se adquiere en cinco o más años de preparación tras terminar los estudios universitarios. En algunos de estos consultorios, las operaciones se llevan a cabo por profesionales que viajan periódicamente a Zaragoza, la mayoría de los cuales tampoco cuenta con ninguna titulación específica. López Urbano considera que este tipo de intervenciones sólo pueden realizarse en los quirófanos de hospitales y centros sanitarios reconocidos y autorizados. "Sin embargo, no se hace así porque para operar en hospitales y clínicas se exige la especialización que estos médicos no pueden justificar", señala. El engaño al usuario consiste en colgar títulos de máster en cirugía estética conseguidos en cursillos de de una semana, que suplen los años de especialización, pero que ofrecen pocas garantías al paciente si se produce alguna complicación. En opinión de López Burbano, sólo la regulación del sector puede ayudar a combatir esta situación. "Aunque en algunos países de la UE, como Francia, también existe cierta indefinición, en ninguno de ellos hay una situación tan caótica como en España", afirma. La regulación y el control del sector es una labor de la Administración y de los colegios oficiales de médicos. "Sería positivo que la especialidad pasara a denominarse cirugía plástica, estética y reparadora , añadiendo el término estética , para clarificar el sector, y que el ministerio dictaminara que debe ser ejercida por especialistas, como cualquier otra cirugía. Por otra parte, a la Administración y a los colegios de médicos corresponde en control de las clínicas y consultorios donde se efectúan estas operaciones, hay un protocolo que debe cumplirse", afirma López Burbano. La sanidad española debe cubrir la lagunas de legislación en esta materia que ofrece una gran responsabilidad ante el usuario. No es extraño que los seguros de responsabilidad civil de los cirujanos plásticos sean los más caros en medicina, por delante de los cirujanos maxilofaciales, ginecólogos y anestesistas.