Cada vez menos voces se muestran inflexibles a un posible adelanto a junio de las pruebas extraordinarias de Secundaria que actualmente se celebran en septiembre. Si los institutos, a través de sus directores, ya mostraron abiertamente su disposición al cambio, también los sindicatos parecen haber dejado atrás sus reticencias, lo que deja a la concertada como única defensora a ultranza de que los exámenes continúen como están.

«Tal y como están ahora, se da la oportunidad de recuperar los retrasos académicos de verdad. Está comprobado que hacer las pruebas en diciembre disminuye el número de suspensos», aseguró Miguel Ángel García, presidente de la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fecaparagón).

Por contra, los sindicatos ya no lo tienen tan claro. «Adelantarlos favorecería la evaluación continua, pero los alumnos dispondrían de menos tiempo para preparar y superar la prueba. Es necesario esperar al estudio que va a realizar la DGA para analizar la conveniencia o no del cambio», expuso David Paris (UGT).

CSIF considera, por su parte, que «es buen momento para abrir el debate» del mismo modo que se ha hecho en otras comunidades.

«Aunque es cierto que en 15 días es difícil recuperar una materia suspendida en todo un trimestre, también es evidente que en la mayoría de los casos no es la falta de tiempo para estudiar la causa del suspenso, sino que son otros factores», expuso su portavoz Alfonso Zafra, que admitió que «los resultados que manifiestan las pruebas de septiembre no son especialmente buenos, sino todo lo contrario, el alumnado después del verano no suele afrontar con éxito las materias suspensas».

Tomás Sancho (STEA) sostiene que «ni mantener las pruebas extraordinarias en septiembre o adelantarlas a junio soluciona el problema, ello requiere más adaptaciones, más flexibilidad en currículos y más docentes, es decir más inversión».

Ayer, fuentes de la consejería de Educación insistieron en que, tras escuchar la propuesta del cambio procedente de los institutos, «es conveniente hacer una reflexión y analizar los resultados de la prueba y tomar una decisión en colaboración con docentes y familias».