A instancias de grandes amigos de la Violetera del Cierzo, como Domingo Buesa y Ana Sancho, alcaldesa de la Venta del Olivar, y en este enclave tan castizo , tuvo lugar hace unos días un cálido homenaje de los barrios rurales de Zaragoza a esta perseverante cupletera... La última cupletera de nuestra tierra que, con equilibradas dosis de humanidad, hace las delicias de los mayores, una legión de incondicionales que la aplauden en sus actuaciones de picante simpatía.

Corita llegó al pabellón de la Venta esa tarde de sábado de Cierzo, haciendo honor a su título más querido, y entre cómplices de la sorpresa, entre ellos Orlando Suárez, coordinador de Ciudadanos en Aragón, y la entrañable antigua alcaldesa de la Venta, Conchita. La habían invitado, engañosamente, para que cantara unos pocos cuplés y chascarrillos ante una celebración de tantas a mayores- Pero no era una actuación más. Tras esperar turno, quería ella que Agüita y el mago de la Cartuja actuaran, los casi dos metros de Domingo Buesa, presidente de la Real Academia de Bellas y Nobles Artes de San Luis (¡ahí es nada!), se arrancó con un emotivo discurso. Orlando ya preparaba un vídeo recopilatorio. Arropada ya por Carlos Pérez Anadón, representando a su ayuntamiento (otra de las sorpresas), Corita recibió una placa por sus muchos años de dedicación al consistorio (del que recientemente se ha jubilado) y a sus mayores.

Por si fuera poco, Anadón casi la tiene que sostener de la impresión al verse sorprendida por los tambores y desfile de sus queridas Majoretes al mando de Conchita de Castro, y al entrañable discurso posterior de otro gran amigo, Rafael Castillejo, el guardián de tantos entrañables recuerdos zaragozanos en su seguidísimo desván internauta.

Y así discurrió esa tarde de cierzo sabatino. Una tarde que Corita recordará siempre. Alcaldes de barrios rurales y amigos arroparon a la pizpireta chica del 17, entre aplausos de cava y tortillas estupendas hechas por la legión de voluntarias de la Venta... ¡Doy fe!: las tortillas quitaban el sentío...