S eis años después de su estreno y tras casi tres de meses de trabajos y 122.000 euros que corren a cuenta de la CAI, la escultura del Splash ya luce completa en el interior de la Torre del Agua de Zaragoza. Las casi cuatro toneladas de la gota, uno de los emblemas de la Expo 2008, vuelven a desparramarse por el interior de un edificio en el que se ha mejorado la seguridad pero que sigue sin tener un uso definido más allá del mero expositor de la escultura.

"Poco a poco va renaciendo el futuro de la Expo, una exposición que tenía que empujar a Zaragoza hacia el futuro. La Torre del Agua es uno de los símbolos más importantes de la exposición pero al mismo tiempo tiene un atractivo fundamental para seguir atrayendo a personas que quieran visitar este espacio que ahora es de negocio, de servicios al ciudadano, de cultura y de paisaje", defendió ayer el consejero de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes, así como presidente de Expo Zaragoza Empresarial, Rafael Fernández de Alarcón.

La Torre del Agua podrá volver a visitarse a partir de la segunda quincena de julio y hasta después de las fiestas del Pilar. En principio, será únicamente durante los fines de semana, previa solicitud de cita por teléfono y sin coste alguno. "El esquema de la visita está terminándose de diseñar. Se establecerá una duración de entre 30 y 40 minutos. Inicialmente no se cobrará entrada, pero después del Pilar yo creo que será inevitable cobrar para regular la demanda. Esperamos que venga mucha gente", detalló Alarcón.

A esa declaración de intenciones respondió a las pocas horas el Ayuntamiento de Zaragoza por medio de Jerónimo Blasco, representante en la sociedad Expo Zaragoza Empresarial. Blasco se felicitó por la recuperación de la obra, pero solicitó que se pueda acceder a la Torre todos los días durante la campaña de verano y no únicamente los fines de semana. "El valor y la singularidad tanto del inmueble como de la propia intervención artística del Splash merecen una apertura prolongada y diaria", defendió.

Por su parte, la sociedad Legado Expo expresó su alegría y satisfación el regreso de la escultura: "Queremos felicitar públicamente a Expo Zaragoza Empresarial por la determinación de poner en valor este edificio y por la decisión de recuperar Splash. Igualmente queremos felicitar y agradecer al Ayuntamiento de Zaragoza por la guarda y custodia que hizo de la escultura durante estos años que ha estado fuera de la Torre del Agua".

De momento, seguirá siendo el Splash el principal reclamo con el que cuente la Torre del Agua (cuya iluminación sigue siendo una asignatura pendiente de resolver, según reconoció Alarcón) para atraer visitantes. Como la tormenta de la canción de Amaral, adaptación del tema de Bob Dylan para la Expo, el consejero Alarcón confió en que "el futuro del legado Expo está por ver, pero llegará. Necesitamos un tiempo. Ahora que la crisis va venciéndose es el momento de poner en oportunidad este espacio para que los empresarios nos digan qué se puede montar aquí, de forma que se pueda compatibilizar con las visitas culturales que tenga el edificio".