Stop Accidentes se para un poco. Su delegación en Aragón, fundada a principios de la pasada década, se verá obligada a abandonar su sede de la calle San Lorenzo de la capital aragonesa a partir de febrero por carecer de presupuesto suficiente para hacer frente al alquiler mensual, de 410 euros. La oenegé, que depende para su existencia de las subvenciones de las distintas instituciones, está atravesando un difícil momento debido a los recortes aplicados por las entidades públicas.

El cierre de la sede dificultará su labor de atención a las víctimas de tráfico, pero no será el único revés que sufra Stop Accidentes, que ya no podrá llevar a cabo algunos de sus proyectos, como los cursos de sensibilización para escolares y los concursos de ideas sobre el problema de los siniestros viales.

"Somos una organización que depende enteramente de las ayudas de las instituciones para realizar nuestra labor", aseguró ayer Miguel Bernal, presidente de Stop Accidentes en Aragón, que explicó que la entidad dispone de un modesto presupuesto de unos 50.000 o 60.000 euros al año.

APOYO MUTUO Con todo, Stop Accidentes, que cuenta con 62 socios, continuará prestando asistencia primaria, de carácter psicológico y jurídico, a las víctimas de accidentes y a sus familiares. "Seguiremos trabajando como voluntarios y ayudando a todos aquellos que lo necesiten", subrayó Bernal.

Y tampoco se verá afectada la organización del día mundial en recuerdo de los fallecidos en las calles y carreteras, que tiene lugar a fines de noviembre o principios de diciembre y posee carácter anual.

"En 2011 ya empezamos a tener problemas financieros y el programa de actividades se llevó a cabo como buenamente se pudo", aseguró el presidente de la organización no gubernamental.

Fundado en Aragón por María Dolores Bernal, Stop Accidentes agrupa a personas que han perdido a familiares o que se han visto envueltas en colisiones, atropellos y otros sucesos. "Nadie olvida jamás la muerte de un ser querido, pero la organización nos permite apoyarnos mutuamente y eso alivia nuestro dolor", manifestó Miguel Bernal, cuyos padres fallecieron arrollados por un coche junto al puente de Las Fuentes, en Zaragoza, en el 2005.