La sublevación del general Cabanellas decide la inclusión de Zaragoza en el bando de la rebelión y la llegada de columnas de milicianos requetés y anarquistas provoca la primera ofensiva en Aragón, donde la mitad del territorio permanece fiel a la República, aunque no incluye a ninguna de las capitales.

Este es el periodo que abarca el segundo tomo de La Guerra Civil en Aragón que mañana se entrega con el ejemplar de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN al precio conjunto de 5,40 euros.

El golpe del general Miguel Cabanellas Ferrer sorprende a las fuerzas republicanas de Zaragoza, con una fuerte incidencia anarquista y donde el sindicato CNT cuenta con una gran influencia. La postura del militar descoloca al gobernador, Ángel Vera, que confiaba en la ideología republicana y masónica de aquél.

Los rebeldes se verán reforzados con la actividad desplegada por Falange y la llegada desde Navarra de milicias requetés, que se enfrentarán con las columnas anarquistas desplazadas a Aragón desde Cataluña y Valencia. El fracaso en la recuperación de Zaragoza y Huesca para la República será decisivo en la contienda y dejará al territorio dividido en dos mitades.

LOS PRIMEROS PROTAGONISTAS La obra recoge las biografías de los principales protagonistas de los primeros días de la guerra, todos los cuales fallecerán de forma trágica, salvo Cabanellas, antes de que finalice la contienda.

Así, en este segundo tomo se reflejan las figuras del propio Cabanellas, enfrentado con Franco y exiliado posteriormente en Málaga; el gobernador Vera, fusilado en Pedrola; Jesús Comín, jefe del Requeté aragonés muerto en accidente de automóvil el 5 de marzo de 1939; la dirigente anarquista María Castanera, asesinada en Zaragoza pocos días después de la rebelión; Marina Moreno, joven falangista muerta en un convoy que se dirigía hacia el frente de Almudévar; y Buenaventura Durruti, primero en formar una columna de socorro en Barcelona convencido de la importancia estratégica de Zaragoza.

Además de la sublevación y del enfrentamiento de las columnas por el control del territorio aragonés, la obra recoge algunos de los capítulos más importantes de los primeros meses de guerra, como el intento de sublevación de Caspe y el triunfo republicano en esta ciudad y el bombardeo aéreo del templo del Pilar.

En la ciudad del Compromiso, la sublevación de la Guardia Civil se cobró un centenar de vidas, pero la localidad quedó para la República tras la llegada de una columna de milicianos catalanes. Por otra parte, el bombardeo del Pilar por un avión que despegó del aeródromo de Sariñena y que descargó cuatro artefactos que no explotaron provocó una gran indignación en el bando nacional.

La obra se completa con un estudio del Ejército de África, sus unidades y su armamento, que tan decisivo fue en la consolidación de las posiciones rebeldes al inicio de las hostilidades.

El segundo tomo de La Guerra Civil en Aragón cuenta con un prólogo de José Luis Ledesma, quien recuerda que Zaragoza, junto con Sevilla, fueron las únicas grandes capitales españolas que perdió la República en los primeros días de la guerra. La profesora Paola Lo Cascio, de la Universidad, explica la formación de las columnas anarquistas que marcharon a Aragón, mientras que Iván Heredia Urzáiz hace un detallado recorrido de la sublevación militar.

En esta segunda entrega, con un amplio material fotográfico, también participan con sus aportaciones Manuel Ballarín, Regine Ellion y Eduardo Romanos.