Caspe exigió ayer la limpieza del cauce del río Guadalope, que actualmente cuenta con tres metros de fango y lodo, lo que, unido a las cañas y basura existentes, han convertido el cauce en un «estercolero». Por eso, los caspolinos salieron ayer a la calle para, en una jornada reivindicativa, exigir la adecuación del antiguo cauce, afectado desde que, en la década de los 60, se construyó el pantano de Mequinenza, lo que obligó a desviar tres kilómetros el cauce del río y provocó la destrucción de uno de los parajes más atractivos de la localidad zaragozana.

Ahora, la asociación Amigos del Castillo se ha propuesto luchar por que el Guadalope vuelva a contar con aquellos 500 metros cúbicos de cauce. Para ello, programó para ayer domingo una serie de actividades reivindicativas que, desde primera hora de la mañana, reunieron en el parque de Entrepuentes a numerosos vecinos.

Una clase de yoga, una marcha senderista paralela al cauce del río, un torneo de petanca o una carrera en bicicleta completaron una jornada en la que los caspolinos también exigieron la ejecución de la partida que el Ministerio de Medio Ambiente aprobó en el 2011 para la construcción de una zona de ocio que sigue sin llevarse a la práctica cinco años después.

A través de un manifiesto leído por los deportistas Ana Monfort y Ariadna Nevado, la asociación y el resto de los participantes en la jornada exigieron a las administraciones --entre ellas la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y el Ministerio de Medio Ambiente-- que retomen el proyecto con el que adecuar este tramo y convertirlo en una zona de paseo.

LA LUCHA SIGUE

En este sentido, Alfredo Grañena, miembro de la entidad, recordó, en declaraciones realizadas a La Comarca, que Caspe «sacrificó en el año 1955 parte de su territorio, algunos incluso sus hogares y campos por el interés general. Creemos que ya es hora de recibir una compensación por ello».

La asociación ya recogió, a lo largo del mes pasado, más de 2.000 firmas de apoyo al proyecto de adecuación del río. Las quejas se centran en la zona conocida como La Palanca, que transcurre desde el Puente de la Vía hasta El Dique.