El suicidio de la joven catalana afincada en Huesca Mel Capitán, célebre como bloguera defensora de la caza en las redes sociales y algunos medios, ha generado una nueva polémica en las redes sociales que retrotrae a los lamentables episodios ocurridos tras los fallecimientos de toreros como Víctor Barrio o Iván Fandiño. Los perfiles de la joven de 27 años en las redes sociales se llenaron ayer de comentarios de indeseables que, bajo el paraguas de la defensa de los animales, celebraban y se burlaban de la muerte de la mujer.

La polémica vino además avivada al existir denuncias públicas previas de la propia Mel Capitán en sus perfiles, sobre el acoso y los insultos a los que estaba siendo sometida por parte de estos sectores, con algunos que incluso llegaron a ir a su lugar de trabajo para pedir que la despidiesen por su defensa de la caza.

Esto llevó a que muchos de sus seguidores vincularan el suicido a la presión recibida, y también lo hicieran notar en internet con reproches a los animalistas.

La familia de la joven aclaró en un comunicado remitido entre otros a la revista Jara y Sedal, con la que colaboraba, que el motivo de quitarse la vida fue un tema «de índole personal», algo que pudo constatar este diario a través de fuentes de su entorno. Pero esto no evitó que las suspicacias, alentadas por los insultos, continuaran generando comentarios a lo largo del día.

Pese a que las circunstancias del fallecimiento, ocurrido anteayer en una granja de Robres, parecen estar bastante claras -la joven incluso llamó a algunos amigos de su entorno para despedirse antes de dispararse con una escopeta-, la Guardia Civil investiga la muerte, como hace con todas, interrogando a algunos de sus allegados. Tampoco se descarta que se pueda abrir algún proceso penal por las reacciones en las redes, como ya se anunció con las generadas por la muerte de la modelo Bimba Bosé.

Aunque los comentarios desagradables acapararon el protagonismo, muchos otros seguidores hicieron llegar sus condolencias a la familia y amigos de la joven por los mismos medios. También el presentador de televisión Frank Cuesta, que dejó patentes sus desavenencias públicas con la fallecida al no defender la caza deportiva, pero reprochó la conducta de quienes se han alegrado de la muerte.