Si el próximo Ejecutivo autonómico decide paralizar la construcción del hospital de Alcañiz que el Departamento de Sanidad en funciones adjudicó a la UTE formada por las constructoras OHL e Iridium, no tendrá que pagar indemnización a estas empresas. Así, al menos, lo entienden fuentes consultadas por este diario, que aseguran que la Administración no se vería obligada a pagar ya que tan solo se ha hecho pública la puntuación obtenida por las constructoras que concurrieron al concurso, pero no así la resolución definitiva.

Así, mientras esta adjudicación no se oficialice a través del BOA, el contrato no estará formalizado, lo que evitará una indemnización.

El pasado 15 de mayo, el Salud anunció que el centro hospitalario --el primero de Aragón que se iba a construir bajo el modelo de concesión de obra pública a una empresa privada--, se construiría por OHL e Iridium, dos constructoras propiedad de Juan Miguel Villar Mir y Florentino Pérez, respectivamente. Una vez que el gerente del Salud, Ángel Sanz, firmó ese mismo día la propuesta de la mesa y se publicó toda la información en el perfil del contratante, se otorgaron diez días para la presentación de documentación por parte de la UTE y se elaboró la resolución de propuesta de adjudicación.

En estos momentos, el proceso se encontraría inmerso en el plazo de 15 días destinado a la presentación de posibles recursos por parte de las contratas que no resultaron adjudicatarias y, una vez que expire este periodo, se procedería a la formalización del contrato. Sin embargo, el Departamento de Sanidad ya asume que el próximo Gobierno paralizará la obra y no seguirá adelante con un proceso que el actual Gobierno en funciones no llega a tiempo de completar debido a los trámites administrativos que todavía tiene pendientes de solucionar.

El futuro hospital de Alcañiz habría costado a la DGA 393 millones de euros a pagar durante 20 años.