Los vecinos del número 64 de la calle Fray Luis Urbano, en el barrio zaragozano de Las Fuentes, se llevaron ayer un buen susto por un accidente doméstico ocurrido en el cuarto piso de la comunidad, que causó el derrumbe de dos tabiques, una pared agrietada y una abundante caída de cristales y cascotes al patio interior.

El origen del incidente, que se saldó sin heridos, fue la combinación de una vela previamente encendida en la casa con el uso de algún tipo de aerosol, que generó una tremenda deflagración con las citadas consecuencias.

Los cascotes y cristales caídos no causaron heridos, entre otras cosas porque la explosión se produjo en torno a las 6.30 horas. Pero precisamente por eso, causó una gran alarma en la vecindad. Según explicaba uno de los vecinos del bajo, José, «parecía que se derrumbara el edificio entero», y una vecina asomada a la ventana creía «que había vuelto a atentar ETA».

Pese a lo escandaloso de la explosión, ni siquiera los residentes en la vivienda afectada, una familia de origen subsahariano, resultaron heridos. Los bomberos fueron requeridos por la Policía Local para asegurarse de que la estructura del inmueble no estaba dañada, como así era. Y la Policía Nacional comprobó que no había nada extraño en la vivienda, sino que se trató de un simple accidente doméstico.