Los transeúntes que ayer por la tarde pasaban por las inmediaciones del estanco de la esquina del paseo Independencia con la plaza Santa Engracia de Zaragoza se llevaron un buen susto por lo que pensaron que podía ser un atraco, pero que resultó ser un amago de suicidio público.

Aun mayor fue la impresión para la propietaria y la trabajadora de la expendeduría, que no quisieron dar detalles sobre el incidente. Según fuentes policiales, el hombre, al parecer un indigente con problemas psiquiátricos, entró en el establecimiento con un cuchillo y comenzó a amenazar con autolesionarse. Afortunadamente, no llegó a herir a ninguna de las trabajadoras, y al parecer ni siquiera a sí mismo.

Hasta el lugar se desplazaron varias patrullas policiales y una ambulancia del 061, lo que acabó por causar cierta alarma en la zona. Finalmente pudieron hacer que depusiera su actitud y fue trasladado a un centro hospitalario.

Allí se esperaba que evaluasen su estado mental, por si fuera necesario para recibir tratamiento por un ataque de ansiedad, pero no quedó detenido.