El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, y la concejala de Participación, Elena Giner, reafirmaron ayer su propósito de conseguir dar un cambio a la tarjeta ciudadana y lograr, así, aumentar el número de zaragozanos que la utilizan. Más de 200.000 personas la poseen y hacen alrededor de un millón de usos que incluyen actividad económica.

En verano se pondrá en marcha la llamada tarjeta anónima cuya finalidad será la misma pero no será necesario estar empadronado. Además, se pretende ampliar sus servicios mediante convenios con el consorcio de transportes o el Cercanías.