Los taxistas de Zaragoza pararán sus coches durante tres horas el próximo 29 de noviembre como protesta por la proliferación de las compañías de vehículos de alquiler con conductor (VTC) como Uber o Cabify. Se unen así a la convocatoria nacional realizada por Fedetaxi, organización mayoritaria en el sector del taxi. Ese mismo día se ha organizado una gran manifestación en Madrid, donde los paros serán de 24 horas, igual en que Barcelona. En el caso de Zaragoza, la junta aprobó ayer que sea de 11.00 a 14.00 horas, coincidiendo con la convocatoria de la marcha, a la que también asistirá la Asociación Provincial de Taxis.

Aunque en Aragón el Ejecutivo autonómico y el Ayuntamiento de Zaragoza se han comprometido a proteger al sector del taxi y limitar el número de licencias de este tipo, la última sentencia del Tribunal Supremo ha aprobado 80 nuevos permisos VTC a conceder en la Comunidad de Madrid, tras haberlas denegado. Lo más importante es que sienta jurisprudencia, por lo que será utilizada en las próximas sentencias similares.

Desde Fedetaxi consideran que las propuestas del Ministerio de Fomento son insuficientes para controlar este sector, en pleno auge, sobre todo en Madrid y Barcelona. Desde esta organización solicitaron a Fomento que se establezca un mayor control policial sobre la actividad de los vehículos de alquiler con conductor.

Los taxistas solicitan un mayor control policial ante el aumento de los «VTC piratas» que, aseguran desde la entidad, están proliferando en la capital de España, con vehículos pintados de color negro y que sitúan una pegatina falsa.

El Estado está preparando un real decreto que regule este nuevo sector que nada gusta a los taxistas ya que no pueden competir con sus precios y servicios.

Las tarifas de los taxistas vienen reguladas en las ordenanzas municipales de cada ayuntamiento. Por lo que no pueden adaptar los precios a los que ofrecen estos nuevos conductores, más bajos o adaptados a los trayectos. Además, los servicios como Uber o Cabify ofrecen coches de diferentes gamas y con servicios extra que los taxistas no pueden incluir. En Zaragoza, los taxistas trataron de reconducir el sector con una propuesta de eliminación de licencias en un 18%. Al final, esta propuesta que conllevaba una importante inversión por parte de los propios taxistas (en la compra de licencias) no prosperó ya que el consistorio aseguró no tener las competencias en este sentido.

También barajaron la posibilidad de rediseñar las tarifas y adaptarlas al momento y a las necesidades o de poder poner a disposición de los zaragozanos coches con más de cuatro plazas, el máximo estipulado actualmente.