El consejero de Movilidad, José Luis Soro, se comprometió ayer con el sector del taxi a buscar fórmulas legales para denegar la concesión de autorizaciones de VTC (Vehículo turismo con conductor), pendientes de tramitación por el Gobierno de Aragón. Se trata de las licencias de los servicios como Uber o Cabify. La Asociación de Taxis ha decidido desconvocar los paros de dos horas previstos para el próximo martes.

En Aragón existen 183 autorizaciones VTC, una por cada doce de taxi, y están pendientes de la resolución de 90 licencias de entre el 2009 y el 2015, momento en el que se liberalizó el sector y no se establecía ningún tipo de cuota de licencias en relación con el taxi.

El consejero se mostró en contra de la «ultraliberación» del sector y aseguró que «arrastramos las consecuencias de lo que se hizo en 2009, cuando se eliminaron las cuotas de proporción con el sector del taxi». La existencia de una proporción legalmente establecida entre las licencias de taxi y de VTC ha permitido hasta la fecha a ambos sectores diferenciados coexistir en sus respectivos ámbitos de trabajo.

El Gobierno de Aragón explicó que la desaparición de ese cupo supuso la imposibilidad de denegar las licencias planteadas en su momento por el mero criterio de cupo y la alteración del equilibrio existente en este ámbito.

Según Soro, «todavía no ha se ha producido ninguna concesión y estamos estudiando las fórmulas jurídicas para poder no conceder las autorizaciones VTC pendientes de resolución dentro de la más estricta legalidad».

El consejero aseguró que se trata de una cuestión «eminentemente jurídica» y por ello el objetivo es buscar los argumentos legales necesarios para que, «con total respeto a la legalidad vigente en cada momento, puedan denegarse esas autorizaciones», en coherencia con el apoyo del departamento al sector del taxi.

EQUILIBRIO / Indicó que «hasta ahora ha habido un equilibrio natural entre las VTC y los taxis porque los mercados de trabajo son diferentes y se busca que esto siga siendo así», aunque advirtió que por una parte está la concesión de las autorizaciones y por otro la labor de inspección de los servicios que oferten las VTC en el desarrollo de su actividad.

Por su parte, Morón explicó la preocupación ante el aluvión de licencias por adjudicar y que están en diferentes procesos judiciales. Aseguró que las peticiones son «para intentar entrar en el mercado del taxi a través del uso de aplicaciones». Según el representantes de los taxistas el perjuicio «ya es real» porque ya están sufriendo las consecuencias. Criticó que «ya se les ve operar en las puertas de congresos y conciertos, una serie de servicios que no son los propios de las VTC».