La enseñanza es uno de los sectores más feminizados en la actualidad, sin embargo, el porcentaje de mujeres que ocupan cargos directivos, como jefaturas de estudios o de otros departamentos, sigue siendo menor que el de los hombres.

Así lo han puesto de manifiesto hoy las cuatro mujeres a las que ha reunido la jornada de la Federación de Enseñanza de UGT con el objetivo de contar su experiencia al cargo de un equipo directivo en el ámbito de la enseñanza.

Las ponentes han sido la jefa de estudios del IES Avempace de Zaragoza, Begoña Garrido; la jefa de estudios del Conservatorio Superior de Música de Aragón, Isabel Quirós, y la jefa de estudios y la secretaria del IES Conde de Aranda de Alagón, Eva Hernández y Lorena Gil, respectivamente.

Todas ellas han coincido en que la sociedad está viviendo un proceso de adaptación a una serie de cambios donde la mujer "está rompiendo roles", así como prejuicios y estereotipos creados durante mucho tiempo.

En este sentido, Garrido ha señalado que la mujer ha sido vetada de los puestos de decisión a lo largo de la historia, bien por ella misma o por la sociedad porque, entre otras, "la tradición judeocristiana siempre le ha atribuido la culpa de no ser una buena madre o una buena esposa si se centraba en su proyección profesional".

Sin embargo, aunque estos cambios se están normalizando en algunas áreas, en otras como la tecnológica de Formación Profesional (FP) o en los ámbitos de dirección y composición musical, la mujer sigue sin estar tan presente como los hombres, según han señalado.

Por su parte, Quirós ha reivindicado que "todavía queda mucho trabajo por hacer" en los departamentos de gestión cultural, donde los puestos de coordinación "siguen estando liderados por el sector masculino".

En su opinión, donde sí se está viendo una igualdad de sexos es en el alumnado, pues "ya no es extraño ver entre los músicos de viento metal o percusión a mujeres, algo que no era usual hace unos años", según ha asegurado.

En muchas ocasiones, todas ellas han tenido que hacer frente a situaciones problemáticas en sus centros educativos por romper el techo de cristal y ocupar puestos directivos.

El caso de Hernández y Gil ha supuesto un gran cambio en un pueblo pequeño como es Alagón. Según han explicado, ambas pertenecen a un equipo directivo que antes estaba compuesto por hombres y que, ahora, está formado exclusivamente por mujeres.

Entre otros, han destacado que a veces el alumnado o algunas familias no aceptan el hecho de que una mujer ponga una amonestación.

Por todo ello, Garrido ha recalcado la necesidad de educar a la sociedad en ser corresponsables en todos los ámbitos de la vida.