El consejero aragonés de Presidencia, Vicente Guillén, ha indicado que el nivel del Ebro no ha subido prácticamente desde ayer, aunque los técnicos sí que esperan que lo haga durante la jornada de mañana, cuando se prevé que el pico llegue a la Ribera Baja, aunque "no más de 15 centímetros".

Así lo ha explicado Guillén tras visitar las localidades zaragozanas de Alfajarín y Pina de Ebro, donde se centran ahora todos los esfuerzos, al ser la única en la que su casco urbano puede correr peligro de inundación.

La situación es "difícil", ha reconocido, ya que el agua ha alcanzado una gran cantidad de hectáreas de los campos de la zona, pero sí que se ha cumplido el objetivo de que la riada no haya llegado a las poblaciones durante el paso de la crecida extraordinaria por la Ribera Alta y solo se mantiene la prevención en Pina.

Para ello, ha informado de que se continúan desarrollando trabajos de prevención en alguna de las motas de contención para evitar que el agua se canalice hacia el pueblo.

Ante esta situación, se ha decidido el traslado del centro de coordinación desde Luceni, aguas arriba de Zaragoza, a Pina de Ebro, por lo que los 300 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los otros 200 de la Diputación Provincial de Zaragoza, Gobierno de Aragón o Confederación Hidrográfica del Ebro pasan a actuar en la Ribera Baja, lo que "va a evitar afecciones a personas e inmuebles", ha señalado.

Asimismo, el consejero ha informado de que se ha desalojado "voluntariamente" a cinco personas dependientes en Pina, de las 24 previstas, y ha reiterado que van a seguir contando con los servicios sociales de la comarca, el Ayuntamiento y las familias.

Eso sí, "evidentemente", si la situación se complicara, se tomarían "otro tipo de decisiones", que espera no llegar a tomar, ha añadido.

Por su parte, el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, ha reincidido en el hecho de que esta riada está siendo "muy diferente" a las últimas por la lentitud en el avance del río.

Por ello, ha instado a interpretar los caudales en este sentido y ha advertido de que, al contrario que en otros episodios similares, el Ebro va a mantener un nivel importante de agua durante mucho tiempo.

Del mismo modo, ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a los vecinos de la zona después de la rotura, ayer, de una de las motas de contención, que según Olona formaba parte de las "hipótesis previstas" y que por ello ya se habían tomado previamente, el viernes, otra serie de decisiones para defender el núcleo de población.

La "prioridad absoluta", ha subrayado, es defender las poblaciones, y seguidamente minimizar los daños en el ámbito agrícola, algo que confía en que sea posible lograrlo, al igual que se ha hecho aguas arriba de Zaragoza.

En este sentido, ha agradecido a los agricultores por su "generosidad" a la hora de poner "por encima de todo" dicho objetivo.