Al final la tecnología son personas. Y al principio. Cuando nos olvidamos de esto todo va mal. Un coche sin personas no es nada, no funciona. Y así todo. El abogado Pedro J. Canut, natural de Barbastro y criado en Boltaña, se inventó un nuevo sistema de derechos de autor para contenidos online, le dio un código de colores para hacer más sencillas las cláusulas legales y lo llamó Coloriuris, (coloriuris.net): ahora ha lanzado la segunda versión, mejorada y enriquecida, y le ha puesto un blog: coloriuris.blogia.com. Mañana se estrena el rediseño integral de la web del Ayuntamiento de Zaragoza (zaragoza.es), premiada ya en accesibilidad y número uno en el ranking de webs municipales del Ciberpaís. Dicen los que han visto la nueva que aún mejora. Aún aprendo, que decía Goya. La tecnología, si se mira o se desarrolla sin tener en cuenta que es algo para las personas, no funciona. Y cuando algo no funciona o exige demasiado cliquear (cloquear), las personas se van a otro sitio. Si existe. Que a veces no existe o no se sabe y hay que morir al palo. A veces las personas se van a ninguna parte, simplemente abandonan, o lo dejan para más adelante. La asignatura de Informática sigue siendo una maría. O peor. Ese sabio al que hay que sacarle los diagnósticos con forceps, Roberto Abizanda, creador de Blogia.com, dice que en la red todo está mantillas, que funciona por los pelos. Y que muchas veces no funciona. Demasiado cliquear, demasiadas instrucciones. Sistemas capados de fábrica, sistemas que traen puestos ya los anuncios dentro. Cuesta más desinstalar la bazofia que previamente ha embutido un fabricante sin escrúpulos que poner algo nuevo. Uf. Hasta que algo funciona. Ahora ya sadrá lo nuevo/viejo con controles espías de la metrópoli, que luego servirán para Hollywood, como herramienta comercial. Demasiado cloquear. A los gobiernos autonómicos les vienen bien los barullos sobrevenidos porque hacen mucho relleno y así queda menos tiempo (y ganas) para evaluar sus propias gestiones y desgestiones. Si son opacos o transparentes, o las dos cosas a la vez, que es la máxima opacidad o la opacidad sofisticada. (Ahora tenemos un alcalde muerto a tiros. Y del último crimen del parking, en el que murió la señora de Colell y se achacó a los Grapo, no se ha vuelto a saber nada). Las colas son aún la tecnología más habitual.

Escritor y periodista