La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, pidió ayer a los partidos, «especialmente al PSOE», que se sumen a un Pacto Nacional por el Agua para que estas políticas queden definidas y no se vean interrumpidas con los posibles cambios de gobierno. La ministra hizo este alegato con motivo de la inauguración del XIV Congreso Nacional de Comunidades de Regantes de España, que se celebra hasta el viernes en Torrevieja y al que asistieron el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, el presidente de la diputación alicantina, el popular César Sánchez, y el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, entre otros. Durante la primera jornada, muchos regantes levantinos insistieron en la necesidad de realizar más trasvases.

Sin concretar una posible fecha para cerrar el citado pacto, la ministra defendió este tipo de transferencias hídricas pero siempre que haya «el acuerdo de todos los grupos políticos» ya que son infraestructuras que requieren de un dilatado tiempo de ejecución y de que no haya voluntad política de detenerlos por parte de futuros gobiernos.

Tejerina puso de manifiesto que España es una «potencia mundial en agricultura y alimentación, en gran medida por el regadío», un sistema que «lleva riqueza a todos los rincones» además de frenar la despoblación y fomentar que en esos territorios haya seis veces más jóvenes y «más presencia de mujeres». Por ello, la ministra ha subrayado que

el regadío es irrenunciable», aunque hay que seguir adaptándose mediante técnicas innovadoras.

PUNTO DE INFLEXIÓN / Por su parte, los regantes intentaron alcanzar entre ellos un compromiso que sirva de «punto de inflexión» para facilitar el Pacto Nacional del Agua. El presidente de la Comunidad de Regantes Riegos del Segura, José Andújar, apeló al problema del reparto del agua diciendo que «pasa por un pacto nacional y por un acuerdo decisivo» de los regantes en la cita de Torrevieja. Este compromiso solidario de los regantes de las distintas zonas de España es posible, argumentó Andújar, porque los regantes del Levante son conscientes de que hay que atender en primer lugar «las necesidades de las cuencas cedentes». «Si no las cubrimos, difícilmente darán un litro de agua con agrado», advirtió el presidente del comité organizador. A partir de ahí, señaló que los regantes de las zonas donde sobra agua atenderán la «petición de ayuda» de los compañeros del sureste peninsular.

Andújar opinó que «en España se han hecho cosas más difíciles: es más fácil la comunicación de cuencas (hidrográficas) que construir el tren AVE».