El temporal de viento y lluvia que azotó ayer la comunidad entre las 14.00 y las 16.30 horas, aproximadamente, mantuvo ocupados a los servicios de Emergencia aunque no dejó, según fuentes oficiales, ningún herido. Los Bomberos de Zaragoza se vieron abrumados por la concentración de cerca de 30 avisos prácticamente simultáneos y por toda la ciudad, la mayoría por caída de árboles. La necesidad de cortarlos y retirarlos prolongó la finalización de las atenciones hasta bien entrada la tarde.

Las incidencias no causaron heridos, pero sí considerables daños materiales en algunos casos. Por ejemplo, un árbol de grandes dimensiones arrancado casi de cuajo por el viento en la calle Juan Pablo II, cerca del centro comercial Aragonia, cayó sobre tres vehículos aplastando uno de ellos y dañando los otros dos. El siniestro causó también afecciones a la circulación.

Contrariamente al habitual cierzo, el viento entró en esta ocasión desde el sur, y alcanzó velocidades de 89 kilómetros por hora en Valdespartera o 92 en Valmadrid, cerca de la ciudad.

En otros lugares de Aragón las rachas fueron aún más fuerte. La máxima registrada, según la Agencia Estatal de Meterología, fue la de 137 kilómetros por hora en la localidad turolense de Andorra, seguida por los 125 de Calatayud. En el Pirineo los valores fueron algo más bajos, como los 70 kilómetros medidos en Bielsa.

Lo que sí se dejó notar en el Alto Aragón fueron la lluvia y la nieve, por las que ya se mantenía activada la alerta amarilla --y la naranja por viento-- en el Pirineo. Bielsa registró 58,8 litros de precipitación, Canfranc, 42,9 y Benasque, 31.

La caída de nieve dificultó además la circulación en las carreteras, principalmente de montaña, tanto en Huesca como en Teruel. A lo largo de la tarde fue necesario el uso de cadenas en Camarena de la Sierra, en Formigal hasta el Portalet, en la vía de Cerler al Ampriu, en Bielsa hasta la frontera o en Llanos del Hospital.