La reapertura del tráfico ferroviario entre Zaragoza y Pau por Canfranc deberá apostar fuerte por el transporte de mercancías en tren en busca de una rentabilidad que justifique e impulse el proyecto. Esta fue una de las principales ideas que se debatieron en enero del 2017 en la Universidad de Pau, en una jornada de estudio propiciada por Creloc y Crefco, las dos entidades, una francesa y otra española, que abogan por la reanudación de la circulación de trenes entre ambos países, interrumpida desde 1970.

Las conclusiones del encuentro, que acaban de hacerse públicas, indican que en el futuro resultará fundamental el papel que desempeñe la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ), creada en el 2001 gracias a una iniciativa del Puerto de Barcelona y Mercazaragoza. Situada en la margen izquierda del Ebro, junto a la Ronda Norte, esta infraestructura empezó siendo un mero depósito de contenedores, con vistas a facilitar la importación y exportación de productos relacionados con la industria aragonesa.

Pero a partir del 2007 fue objeto de una serie de ampliaciones que, andando el tiempo, la han convertido en «la primera terminal marítima del interior de España», en palabras de Ramón Adé, director de la TMZ. Así lo demuestran las cifras, que revelan que en el 2016 este puerto seco gestionó 180.000 contenedores.

TRÁFICO EUROPEO // De hecho, el tráfico ferroportuario que transita por esta terminal acapara el 90% de los contenedores marítimos que se mueven entre Zaragoza y Barcelona, con una clara tendencia al transporte de productos agroalimentarios en trenes refrigerados (reefer). Mayoritariamente, su destino es siempre el resto de Europa, desde Francia y Gran Bretaña hasta Escandinavia. El tráfico hacia otros continentes, a países de ultramar, es minoritario.

La clave del gran volumen de mercancías es que se aprovecha la sinergia del puerto de la capital catalana y el nudo ferroviario que representa Zaragoza en el cuadrante del noreste de la Península. Y, con respecto a Canfranc, la TMZ es la terminal más cercana, lo que, en palabras de Adé, representa «una gran oportunidad» para canalizar el tráfico de mercancías hacia y desde el resto de Europa, destino y origen mayoritario del intercambio económico.

UNA NECESIDAD // La plataforma logística de Plaza también podría desempeñar un importante papel en el futuro en lo que respecta a la línea de Canfranc, una vez esté reabierta y en funcionamiento. El problema es que, en la actualidad y tal y como está concebida, carece de una buena conexión con la vía de ferrocarril de Zaragoza a Pau.

La especialización de Canfranc como línea para las mercancías, dentro de sus capacidades y limitaciones, es una necesidad. Ramón Adé llamó la atención sobre el hecho de que Aragón es una comunidad muy poco poblada y muy extensa. Ello supone que, por un lado, no generaría un flujo fuerte de viajeros hacia Francia, si bien, por otro lado, posee un dinámico sector exportador en el valle del Ebro que busca una salida directa a Europa para sus productos agroalimentarios e industriales.

Ello sin contar con que es paso obligado para viajeros y mercancías entre el Cantábrico y el Mediterráneo y entre la Meseta y Cataluña.