Un nuevo terremoto volvió a sacudir a medianoche de ayer la localidad de Chía y otros pueblos próximos en el entorno de Castejón de Sos y el valle de Benasque. La nueva sacudida, de 2,6 grados en la escala de Richter, se produce solo cinco días después de otros temblores, uno de 1,9 y otro de 2,7 grados, ambos también en el municipio de Chía, que no ha sufrido daños.

«La gente se ha asustado», manifestó ayer Cristian, un vecino de la localidad. «Yo estaba despierto y me di cuenta de que había una vibración y después como una especie de golpe contra la casa», explicó.

Las personas que se hallaban acostadas, continuó, «se levantaron asustadas, pues se dieron cuenta de lo que pasaba».

En Chía, una localidad pirenaica a las puertas del valle de Benasque, reside medio centenar de personas en temporada baja y todas ellas tienen una gran experiencia en sucesos telúricos. No solo por los que tienen su epicentro en el municipio, sino también por otros que se originan en puntos cercanos, como el pueblo de Sahún o la estación de esquí de Cerler. «Nunca te llegas a acostumbrar del todo, cada vez que hay un terremoto no puedes evitar asustarte», subrayó Cristian.