La Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón manifestó ayer que el terremoto de 5,4 grados en la escala de Richter que se declaró el pasado lunes en la localidad albaceteña de Ossa de Montiel "prueba" que Teruel se halla en una zona de riesgo sísmico y que, por lo tanto, estaba justificado el parón que sufrió el proyecto del nuevo hospital para adaptarlo a normas más estrictas con los temblores de tierra.

Las obras, que deberían haber empezado en el otoño del 2014, se pospusieron después de que una serie de organismos públicos, desde la Universidad de Zaragoza al Instituto Geológico y Minero, pasando por el Instituto Geográfico Nacional, advirtieran del peligro sísmico existente en el paraje de El Planizar, entre el casco urbano turolense y la autovía Mudéjar, dado que esa zona está atravesada por dos fallas.

El terremoto de Albacete se dejó sentir en la ciudad de Teruel, si bien no se registró ninguna llamada al 112. Sin embargo, el Ejecutivo de Luisa Fernanda Rudi mantiene que esa parte de Aragón puede ser proclive a la inestabilidad del suelo, lo que, además de aplazar las obras del hospital, ha supuesto que el proyecto cueste ahora 10 millones de euros más por la necesidad de reforzar los cimientos y la estructura.

Está previsto que los trabajos de construcción empiecen dentro de unas semanas. Primero ha de reunirse el consejo constructivo, compuesto por técnicos, que examinará la indemnización de Acciona y dará luz verde para que el Consejo de Gobierno de la DGA libere el crédito para el comienzo de las obras.