La coordinadora ciudadana Teruel Existe se ha puesto en contacto con entidades sociales para informar de su intención de realizar «una movilización de gran magnitud» que llame la atención de los poderes públicos para denunciar la mala situación que atraviesa la provincia y que propicia que la despoblación siga todavía afectándola de forma notable.

Para mostrar su descontento, Teruel Existe baraja convocar una manifestación general de toda la provincia, en la primera quincena de mayo, que se celebraría en la ciudad de Zaragoza. Por este motivo, al objeto de calibrar las fuerzas de que dispone, la entidad ciudadana ha pedido a las organizaciones sociales interesadas que se pongan en contacto con la coordinadora para mostrar su apoyo a la movilización, a ser posible antes del 14 de abril próximo.

SANGRÍA MIGRATORIA

Teruel Existe mantiene que la falta de infraestructuras, los deficientes servicios ferroviarios, la paralización de las autovías, el agravio comparativo en el sector agrario y los problemas en la atención sanitaria han abocado a la provincia a una situación preocupante.

Por este motivo, la entidad, que en el 2000 convocó un exitoso paro general, considera que ha llegado el momento de que los turolenses muestren en las calles de Zaragoza su hartazgo y pidan soluciones eficaces para detener la sangría migratoria que vacía sus pueblos.

El movimiento social de base que encarna Teruel Existe empezó a fraguarse en los años de la Transición, cuando se celebraron dos jornadas bajo el nombre de Salvemos Teruel. A estas manifestaciones, que tuvieron lugar en los años 1977 y 1978, les siguió los cinco minutos de silencio que se guardaron el 1 de diciembre de 1999.

Desde entonces, Teruel Existe trasladó su protesta a Zaragoza, Madrid y Bruselas, en un intento por llamar la atención sobre la necesidad de poner en marcha políticas para fijar la población en las zona rurales.

Para la coordinadora, existe «una amenaza real de desaparición» de la provincia, un panorama que se refleja en el declive del sector del carbón y en los problemas de seguridad que registran sus comarcas, como puso de manifiesto el asesinato de dos guardias civiles y un ganadero en Andorra en diciembre del 2017.