Los Pontoneros del acuartelamiento zaragozano de Monzalbarba construyeron anteayer, en apenas 14 horas, un puente en Sobradiel para que unos 70 vehículos blindados cruzaran el Ebro. Se dirigen a neutralizar a un general insurgente de un país aliado con el que esperan acabar hoy mismo. Lo harán con fuego real y en coalición con un destacamento de marines de Estados Unidos.

Afortunadamente, no se trata de una batalla real, sino del ejercicio Égida, que estos días remata en Zaragoza la simulación de un complejo ejercicio bélico. Las unidades que componen la brigada de infantería mecanizada Extremadura XI, junto con parte de la Brigada de caballería Castillejos II de Zaragoza y los citados marines (unos 60), han congregado a unos 2.800 soldados, 480 vehículos de transporte de tropas, 350 carros de combate y 10 helicópteros para dar vida al ensayo.

ALIADOS

Según explicó el comandante Vílchez, mientras los vehículos Pizarro y Leopardo cruzaban el puente, el ejercicio simula la ayuda a un país aliado en el que uno de sus generales de división, insurgente, trata de huir a la frontera. Las unidades han ido acudiendo en los últimos días, ensayando algún combate desde Extremadura, Andalucía o Galicia.

Ayer llegaban al río, cuyo puente había sido volado por el general rebelde. Con ayuda de los pontoneros, construyeron un paso para que los blindados pudieran seguir la persecución. Largas filas de blindados fueron desfilando ante un puñado de asombrados vecinos de Sobradiel.

Según explicó el sargento Quirós, jefe de la sección de puentes de la unidad de Monzalbarba, invirtieron 14 horas de trabajo continuado para, con ayuda de potentes grúas y cabrestantes, montar la composición del puente flotante, la de mayor capacidad que puede construir la unidad. El paso, de 120 metros de largo, soporta vehículos de hasta 80 toneladas, con lo que actualmente puede sustentar a los vehículos más pesados con los que cuenta el Ejército de Tierra, como demostró ayer.

Por la tarde, tropas de la brigada extremeña --unos 70 soldados-- y 60 marines estadounidenses practicaron conjuntamente el transporte aéreo en helicóptero desde el campo de maniobras de San Gregorio, simulando que el enemigo había huido sin posibilidad de perseguirlo por tierra.

El ejercicio concluirá hoy con el enfrentamiento final con el enemigo, para el que se empleará fuego real en el campo de maniobras, incluído el de las unidades mecanizadas. Una ventaja de tratarse de un ejercicio de guerra es que será muy difícil que la coalición no venza. Pero la principal es que la simulación ayuda a la coordinación con otras fuerzas internacionales, en un ejercicio de intervención del tipo de conflicto más probable al que se enfrentaría el ejército español.

A la brigada Extremadura XI no le falta experiencia internacional, ya que ha generado seis contingentes para misiones en los Balcanes, otros cuatro para el Líbano y una misión en Latinoamérica.

Para el ejercicio Égida 14 cuenta además con el apoyo de la brigada de caballería Castillejos II, que ha generado el contingente que acaba de regresar de Líbano. El general Andrés Chapa Huidobro, que ha estado al frente de esta misión en el país asiático, tomará mañana posesión del mando de la Castillejos, en un acto presidido por el general jefe de Fuerzas Pesadas, Miguel Alcañiz.