El Parlamento aragonés mostró ayer su rechazo rotundo y unánime al trasvase del Ebro, en virtud de una proposición no de ley presentada por el PSOE y que recibió el voto favorable del resto de los grupos de las Cortes de Aragón (PP, PAR, CHA e IU).

En la iniciativa, las Cortes instan al Ejecutivo autonómico a solicitar "de manera urgente una reunión bilateral con el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, para que traslade el rechazo en general a cualquier transferencia de agua entre cuenca y, en especial, el trasvase del Ebro".

El PSOE aceptó incluir un segundo punto, que rechazó CHA, en el que se instaba a defender ante el ministerio la máxima celebridad en la ejecución de las obras del Pacto del Agua, así como "la gestión aragonesa de la reserva de 6.550 hectómetros cúbicos, profundizando en fórmulas de encomienda de gestión a la comunidad autónoma, todo ello en cumplimiento del Estatuto de Autonomía de Aragón y de los acuerdos adoptados por las Cortes".

MOTIVOS En la exposición de motivos de la iniciativa, el portavoz del PSOE, Javier Sada recordó que a principios de enero el ministro Cañete se reunió con el presidente de Murcia, Ramón Valcárcel, y tras la entrevista aseguró que "no descartaba la ejecución próxima del trasvase" e insistió en el "desperdicio" de los casi 100.000 hectómetros cúbicos que echan los ríos al mar.

El diputado del PP, Ricardo Canals, matizó que Cañete "nunca habló" de recuperar el PHN, sino de alcanzar un "gran pacto nacional por el agua" después de que en los ocho años del gobierno del socialista Rodríguez Zapatero "no se haya hecho nada". E insistió en que la postura del PP de Aragón al respecto es conocida y se basa en un "no claro al trasvase del Ebro".

Alfredo Boné, portavoz del PAR, insistió en los "35 años de historia antitrasvasista" de su formación y recordó que la salvaguarda contra el trasvase del Ebro es, en estos momentos, el Estatuto de Autonomía de Aragón y el pacto de gobernabilidad que los aragonesistas firmaron con los populares tras las elecciones autonómicas de mayo de 2011.

Desde CHA, Joaquín Palacín lamentó que con Cañete "haya vuelto la amenaza al desarrollo futuro de Aragón". Miguel Aso (IU), por su parte, criticó que "a algunos" les guste demasiado "jugar a faraones con las infraestructuras" teniendo en cuenta "la que está cayendo en el país".