Todos los partidos políticos con representación en el Senado apoyaron la iniciativa del grupo territorial Socialistas de Aragón para que el AVE de Madrid a Francia tenga parada propia en Zaragoza, que inexplicablemente se ha quedado sin ella. La unanimidad política --poco frecuente en los debates parlamentarios-- llegó tras una enmienda transaccional firmada por todos los grupos en la que se indica: "El Senado insta al Gobierno a que la conexión con AVE España a Francia prosiga su desarrollo para dar cada vez mejor servicio a los ciudadanos, y se establezcan nuevos servicios y paradas, contemplando la de la ciudad de Zaragoza, en cuanto las condiciones de oferta y demanda lo permitan y aconsejen".

Esta transacción es sustancialmente distinta a la presentada inicialmente por el PSOE, en la que se instaba únicamente a que los trenes tuvieran "parada en Zaragoza", sin supeditar esta a las "condiciones de oferta y demanda" que lo "permitan y aconsejen". Con esta iniciativa aprobada, el Ministerio de Fomento y Renfe se ven comprometidos a corregir la omisión e incluir a la ciudad de Zaragoza --la única de más de medio millón de habitantes privada de parada propia en todo el trayecto-- dentro del servicio que enlaza Madrid a Marsella y, con posterioridad, a Madrid con París vía Barcelona.

MUNICIPIOS MÁS PEQUEÑOS

Defendió la iniciativa el senador socialista y alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, quien indicó que "no hay ni una sola razón, motivo o pretexto para que no se pare en Zaragoza". Belloch recordó que este tren tiene ocho paradas en localidades que oscilan entre los 45.000 y los 250.000 habitantes en un tramo de tan solo 312 kilómetros, por lo que "no tiene sentido que en 620 kilómetros entre Madrid y Barcelona no haya ninguna parada", y más cuando el área de Zaragoza incluye a una población potencial de 2,5 millones de habitantes.

"Está claro que esa parada mejoraría la rentabilidad económica de la línea desde el momento en que se estableciera, no hay que esperar, se podría hacer desde ya", señaló Belloch, quien recordó que para que haya demanda "primero tiene que haber oferta". "Queremos, en definitiva, permitirle al Gobierno que evite un error, que rectifique", señaló.

El tono de todos los grupos, que ni siquiera llegaron a votar la iniciativa puesto que la aprobaron por asentimiento, fue muy conciliador. El diputado del PP, Juan José Ortiz, defendió la posición del PP --después de que el popular aragonés Octavio López negociara con los socialistas aragoneses la redacción de la iniciativa-- en la que se mostró muy partidario de que Zaragoza tenga parada propia. Pero puso una objeción, echando balones fuera: "Tendrá que negociar los horarios el Gobierno español con el francés porque, como he dicho anteriormente, son acuerdos bilaterales y no unilaterales. Ojalá fuera mañana, a mí me gustaría, como es lógico". Ortiz indicó que "la intención del Gobierno español es proseguir en esta línea de actuación con el desarrollo de nuevos servicios España-Francia e ir complementando la oferta para dar cada vez más un mejor servicio a los ciudadanos" y reconoció que ante una "propuesta razonable", los políticos están "para corregir errores".

Por parte del PSOE también intervino el senador fragatino José María Becana, quien ofreció una serie de datos demográficos que justifican la reparación del agravio cometido contra los habitantes de Zaragoza y su entorno, y aprovechó para reclamar a Fomento más impulso a las infraestructuras ferroviarias aragonesas. La iniciativa contó además con las intervenciones de apoyo de CiU, PNV y Entesa Catalana de Progrès.