El 34,8% de los aragoneses prefiere una coalición de Gobierno entre PSOE, Podemos y CHA, mientras que una integrada por PP, Ciudadanos y el PAR solo recibe el apoyo del 20,9%. La posibilidad de un Ejecutivo de los populares en solitario solo recibe el 14,2% de los respaldos. Son los datos que se desprenden del estudio poselectoral publicado ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Llama la atención el suspenso de todos los políticos de la comunidad. Al menos de los que lideraron las candidaturas electorales en el ámbito autonómico y en Zaragoza.

La encuesta, realizada a través de 796 entrevistas telefónicas, recoge la valoración de los líderes políticos de la comunidad. Ninguno de ellos obtiene un aprobado. El que tiene mejor nota es Arturo Aliaga (PAR), con un 4,85. Le sigue Luisa Fernanda Rudi (PP) con un 4,23, seguida muy de cerca por el presidente Javier Lambán (PSOE), que logra un 4,21. La peor valorada es Patricia Luquin (IU), con un 3,57. A poca distancia del mediático Pablo Echenique, que pese a ser el segundo más conocido por los aragoneses, solo logra un 3,91. Susana Gaspar (C's) es la candidata menos conocida, ya que solo dice saber quien es el 27,4 % de los encuestados. Obtiene un 3,98 y José Luis Soro (CHA) un 4,10.

ZARAGOZA

El estudio tiene también un breve apartado dedicado a Zaragoza. Se centra casi exclusivamente en la valoración de los líderes de los grupos municipales. El mejor puntuado es el socialista Carlos Pérez Anadón, con un 4,54. Le siguen Eloy Suárez (PP) con un 4,31 y Juan Martín (CHA) con un 4,30. Es llamativo que el alcalde, Pedro Santisteve, solo logre un 4,28, cuando alcaldesas de su mismo signo político, como Ada Colau --Barcelona-- o Manuela Carmena --Madrid-- logran cómodos aprobados. Un 57,5 % de los encuestados dijeron no conocer a Santisteve en el periodo hasta el 23 de junio. Preguntados por la razón principal para votar a una fuerza política u otra, el 38,4% admite que es la coincidencia con las ideas e intereses de cada entrevistado lo que termina por decantar la balanza. El 18% considera determinante la defensa de los intereses de la comunidad. El 11,9% vota por inercia, siempre al mismo partido.

La creación de empleo debe ser, para el 58,8% de los encuestados, la principal prioridad del Gobierno de Aragón. Le sigue la educación, con un 23,9%, y la sanidad, con un 9,7%. La inmigración se cuela entre las políticas que los ciudadanos esperan que se desarrollen desde el Pignatelli. Así lo indica un 1,1%. Las infraestructuras como las carreteras o los ferrocarriles apenas se llevan un 0,6%.

El estudio pregunta por el modelo de Estado que prefieren los aragoneses. El actual es el que tiene más apoyos, con un 29,4%, pero seguido muy de cerca por la posibilidad de eliminar las autonomías, que logra un 26,9% de las respuestas. Lo que parece no cambiar es el sentimiento de pertenencia de los ciudadanos de la comunidad. El 72,7% dice sentirse tan aragonés como español.

RECUPERACIÓN

Persisten los recelos respecto a la actividad política. El 33,4% dice desconfiar de los representantes públicos, y al 17,5% simplemente le despiertan indiferencia. Pese a la recuperación que venden algunos líderes, el mensaje sigue sin calar entre la ciudadanía aragonesa.

El 33% de los encuestados cree que la situación económica es mala y el 51,1% la califica de regular. Parecido ocurre con el clima político, que es malo para el 34% de los ciudadanos de la comunidad. Datos semejantes a los que se obtienen para el ámbito nacional.

La encuesta también se interesa por los efectos de la campaña electoral, puesto que está hecha justo después de la autonómica y municipal de mayo, sobre la decisión de la ciudadanía y, así, aunque el 30,4% dijo seguirla con bastante interés, el 25,8% la siguió con poco y el 25,3% con ninguno. Al 64,9% de los entrevistados la campaña les sirvió de nada y al 18,5 % de poco para decidir su voto, aunque el 12,9 % reconocen que les sirvió de bastante. La campaña fue bastante útil al 37,7% de los encuestados para ver las diferencias que existen entre los partidos.