El pavoroso incendio de Luna ha movilizado todos los recursos disponibles en Aragón en la lucha contra incendios. Movilizando, incluso, a políticos como Pablo Echenique, que no estuvieron en las recientes riadas del Ebro. Con un ojo el diputado de Podemos, supongo, puesto en ese otro incendio que ayer crepitaba en Atenas.

El referéndum griego hizo que me acordase del escritor griego Petros Márkaris, novelista de raza, guionista de cine y profundo analista de la realidad política de su país. En enero de 2014 obtuvo el Premio de Honor del Festival "Aragón Negro" y quien está considerado como el autor griego más respetado visitó por primera vez Zaragoza. Durante los días que permaneció con nosotros, Javier Marco (Cafés Orús), Jana Catalán (Fundación Caja Jalón) y el resto de organizadores del Festival tuvimos la oportunidad de atravesar con Petros esa pira de fuego griego que, desde los fastos de los Juegos Olímpicos, consumía la economía de un país sin que nadie supiera cómo apagar las brasas. Márkaris nos habló de las causas de deflagración del Pasok, de sus dudas sobre la Nueva Democracia de Samaràs y de la aparición de un nuevo partido de izquierda radical, Syriza, que podía llegar a gobernar, como en efecto sucedería bajo la batuta de Tsipras.

Ninguno de esos fenómenos políticos podría entenderse sin las acuciantes necesidades materiales derivadas de la recesión económica, la inflación, el deterioro de los servicios públicos, la pérdida de poder adquisitivo, el desempleo, el desabastecimiento, la fuga de capitales y otras calamidades que oscurecen el brillante sol griego con los nubarrones de la crisis, y así los describió, los incorporó Márkaris a sus novelas protagonizadas por el comisario Kostas Jaritos.

Márkaris acababa de concluir su Trilogía de la crisis, en muchos de cuyos episodios se nos narraban los sufrimientos de la familia Jaritos para llegar a fin de mes, y cómo del recortado sueldo del comisario dependían los hijos.

En Aragón Negro, numerosos restaurantes ofrecen menús inspirados en el cine y la novela negra. Guetaria de Zaragoza sorprendió a Márkaris con unos Tomates rellenos de arroz a la Adrianí, un plato que la mujer de Jaritos inventó para estirar la despensa, y el escritor se emocionó.

Habrá que ver qué menú sirven a Tsipras y Tsakalotos hoy en Bruselas, si coles o tomates a la griega, y quién cocina.