Lo que comenzó como una típica tormenta de verano acabó en torno a las 21.30 de la noche en una inmensa tromba de agua y granizo del tamaño de una canica que colapsó el centro de la ciudad de Fraga, así como numerosos sumideros e incluso centros públicos, como la casa de mayores. A falta de evaluar el daño que puede haber producido el pedrisco en los campos de una ciudad que se encuentra en el inicio de los meses más intensos de la recolección de fruta, los efectos de la tormenta, que dejó 43 litros por metro cuadrado fueron visibles en numerosas calles de la ciudad, que incluso se tiñeron de blanco. Según informó el Ayuntamiento de Fraga, tanto los bomberos como una brigada de 18 personas trabajaba a última hora del día de ayer en achicar agua y despejar las vías públicas, que llegaron a inundarse como es el caso de la concurrida avenida de los Reyes Católicos. Asimismo, un gigantesco árbol cortó el camino de la Noria aunque la brigada lo retiró con celeridad. Al cierre de la edición los servicios municipales seguían trabajando.