Las tormentas que desde hace varios días azotan parte de la comunidad se cobraron el viernes dos vidas y provocaron numerosos destrozos materiales. En los campos las pérdidas agrícolas serán millonarias cuando se realice el balance de los daños. En varios pueblos de Zaragoza el pedrisco destrozó tejados e instalaciones industriales.

Un pastor de 83 años vecino de Graus fue localizado sin vida después de que desapareciera la noche del viernes en el barranco de Margualas, en el término municipal de Benavente de Aragón. Las lluvias y el fuerte viento de la zona explicarían la desorientación del pastor. Además, la Guardia Civil localizó ayer por la tarde el cadáver del barranquista francés de 40 años que arrastró el viernes la crecida del río Yaga, en el parque de Ordesa, tras desatarse una fuerte tormenta en la zona. El barranquista se encontraba en una roca esperando que bajara el nivel del agua cuando fue arrastrado por la corriente.

ARRANCADOS DE CUAJO

Además de las pérdidas humanas, el granizo, el viento y la lluvia provocaron numerosas pérdidas en los campos. El sindicato agrario UAGA estima que más de 2.000 hectáreas fueron dañadas por las inclemencias meteorológicas. Una de las zonas más afectadas fueron los Monegros oscenses en la que el secretario general de la organización, José Manuel Penella, calcula que 600 hectáreas de maíz y 400 de alfalfa quedaron completamente destrozadas. Penella se reunió ayer con los agricultores y alcaldes de Almuniente, Frula, Torralba de Aragón, Senés de Alcubierre, Torres de Alcanadre y Valfonda para valorar el alcance de los daños.

En la zona del Bajo Cinca, especialmente en los cultivos cercanos a Fraga, también se estropearon más de 1.000 hectáreas de melocotón, nectarina y pera. El pedrisco y las fuertes rachas de viento llegaron a arrancar árboles de cuajo.

Los almendros y las viñas del Campo de Borja y el Moncayo igualmente se vieron afectados por la meteorología adversa, aunque todavía no existe una estimación de las pérdidas. Ayer por la tarde se podían observar gran cantidad de frutos con golpes y caídos en el suelo.

El granizo afectó de una forma especial a Tierga, en la comarca del Aranda, donde el foco se localizó en el casco urbano. Los daños se concentran en los frutales y también en los coches que se encontraban aparcados al raso. Numerosos almacenes y techos de uralita quedaron agujereados y en las zonas agrícolas las parideras y granjas sufrieron cuantiosos daños materiales. El presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, visitó el municipio para conocer de primera manos los daños producidos y reunirse con el alcalde, Jesús Grávalos, los concejales y el presidente de la comarca. Como en otras zonas, queda pendiente analizar con exactitud los daños para estudiar posibles ayudas para los afectados.

BODEGAS INUNDADAS

Entre Pina y Osera el viento también causó numerosos destrozos, especialmente en las canales de riego. "Estamos esperando una valoración oficial de los sindicatos para saber si se pueden pedir ayudas", explicó ayer la alcaldesa Marisa Fanlo. En numerosas casas se inundaron las bodegas, los patios y los bajos de diversas tiendas. Las rachas de viento afectaron a algunos de los almacenes del polígono industrial. Un barranco desbordado en la zona de La Florida obligó a cortar la N-II. En Quinto unos pinos derribados por el aire cayeron sobre el bar de las piscinas ocasionando notables destrozos. Además, según informaron fuentes municipales, volaron varios tejados en las instalaciones de la cooperativa.