Teruel vivió ayer un trepidante final de fiestas que llenó sus calles de una animación casi exclusivamente local. Al ser lunes, los visitantes son por lo general menos numerosos, de manera que los vecinos se lanzan a celebrar una jornada que la consideran como más suya.

Ayer casi todo giró en torno al mundo del toro. Ya desde las dos de la madrugada hubo un toro embolado y vacas enfundadas, un espectáculo que tuvo entrada gratuita. Sobre las 5.30 horas, en la plaza de toros empezó el ensogado de los toros y su posterior traslado a los corrales de la nevera por parte de los miembros de la soga-baga, el juego de cuerdas que permite mover al animal.

Esta actividad continuó a las 11.00 horas con las vaquillas ensogadas, en esta ocasión de la ganadería de Teodoro Adell, de Castellote.

La hora de los toros ensogados llegó a las 18.00 horas en la plaza del Torico, donde se congregaron en masa peñistas y aficionados a este festejo.

Durante el mismo, aprovechando la pausa establecida, muchos asistentes degustaron en la plaza los típicos regañaos, unas tortas que llevan, entre otras cosas, jamón, aceite y pimientos.

A medianoche, el ambiente se trasladó a la plaza de San Juan, donde tuvo lugar la traca de fin de fiestas, y a la plaza del Torico, en la que tuvo lugar un momento cargado de simbolismo con la retirada del pañuelico por parte de la peña Los que faltaban.

Tras esta ceremonia, que representa la terminación de los festejos, los miembros de la peña encargados del acto se dirigieron a la plaza de la Catedral. Allí, junto a la puerta del ayuntamiento, tuvo lugar la entrega del pañuelico a la alcaldesa, Emma Buj.

De esta forma se cerraba el círculo, que había empezado con la entrega del mismo pañuelico a los elegidos este año para encaramarse al símbolo de la ciudad y ponerle el trozo de tela al famoso Torico.

El Ayuntamiento de Teruel realizará esta semana un balance de las fiestas de la Vaquilla del Ángel, pero fuentes del sector de hostelería y alojamientos ya han destacado que se ha vuelto a dar el lleno característico de estas fechas. En su mayoría, los visitantes fueron del resto de Aragón y de la Comunidad Valenciana, como viene siendo habitual.