Fernando Alonso corre en teoría para un equipo francés, aunque en la práctica sigue siendo una escudería angloitaliana que equipa motores franceses. Aunque Renault aparece como una sola escuadra, bajo la pintura amarilla y azul sigue viéndose al equipo Toleman que Flavio Briatore compró en Inglaterra con el dinero de Luciano Benetton, el mismo que vendió hace cinco años a Renault.

Y estructuralmente sigue siendo lo mismo. La fábrica, la sede del equipo, sigue estando en Enstone, un pueblecito cercano a Oxford, donde ya estaba cuando era Toleman, una escudería creada en los años 80 que dio a Ayrton Senna la oportunidad de debutar en la F-1. La compra por parte de Benetton añadió algo de personal italiano.

En Enstone sólo se habla inglés y algo de italiano cuando coinciden el propio Briatore, su jefa de prensa, dos fisioterapeutas, el encargado de los comedores en carreras y entrenamientos y Fisichella. Alonso, que vive en Enstone, habla italiano con ellos. Con el resto, inglés. El ovetense no habla francés. En realidad no se habla francés en el equipo. Sólo cuando el presidente Patrick Faure hace las presentaciones anuales o cuando hablan los motoristas. Porque la fábrica de propulsores sí es Renault, sí es francesa. Está ubicada en la planta de Viry Chatillon, una localidad del centro del país que Renault no dedica exclusivamente a la F-1.