Los trabajos para la nueva Unidad de Salud Mental del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, que se ubicará en la planta tercera del área B, comenzarán el próximo mes de agosto, aunque los movimientos para despejar las zonas necesarias para las obras ya han empezado.

Los trabajos de derribo exigen el vaciado de la planta que se va a reformar, a lo que se une la necesidad de realojar temporalmente las unidades y servicios de las plantas contiguas, la segunda y la cuarta.

El gerente del Sector Zaragoza II, José Manuel Aldámiz-Echevarría, ha informado hoy en rueda de prensa de los diferentes trabajos que se van a desarrollar, con una duración prevista de ocho meses, a la vez que ha recordado que en previsión de estas obras el verano anterior ya se llevaron a cabo algunos movimientos.

"El objetivo es minimizar las molestias en todo lo que se pueda", ha insistido Aldámiz-Echevarría, para todo el hospital y para los pacientes, familiares y trabajadores que sufrirán los trastornos propios de una obra.

"Las obras son situaciones incómodas que se viven mal, pero que se llevan bien porque el final es bueno", ha subrayado.

También ha recordado que se trata de un hospital con más de 60 años de funcionamiento y que esta obra se enmarca dentro de un proyecto general de reforma del centro y se hace para que "sea congruente" con lo necesario para esta transformación.

La época en la que se van a ejecutar los trabajos, el verano, es "clave" porque es el momento en el que hay una menor actividad, a la vez que ha recordado que médicamente se considera que la estación más calurosa del año no es la mejor para operarse.

Asimismo, ha subrayado que la fase más molesta, la de derribo y desescombro, se va a realizar en los meses de agosto y septiembre, periodo en el que baja la presión asistencial y se reduce el número de camas en hospitalización.

Además, ha incidido en que lo que se notará principalmente es "el ruido", ya que tanto el desalojo de los escombros como el acopio de materiales se realizará a la calle a través de la terraza que hay en esta planta tercera, por lo que "la obra va a ser una burbuja en sí misma".

El proyecto de esta nueva unidad, con un coste de en 2,5 millones de euros, pasará de las 19 camas actuales del servicio de Psiquiatría, que se ubican en la planta sexta, a contar con 30 camas, una extensión que casi dobla la actual (1.153 metros de superficie útil frente a los 548 actuales), así como más zonas de apoyo (sala de terapias, despachos, comedor, sala de estar, trabajo social, entre otras).

Al respecto de estas obras, Aldámiz-Echevarría ha apuntado que llevan varios años de preparación y que se trata de que sean útiles al menos para los próximos 25 años, en un centro hospitalario que está catalogado entre los diez primeros de España y para el que "el reto es que todas sus zonas estén entre los cinco mejores".

Para el desarrollo de los trabajos en las tres plantas y su vaciado, el Hospital de la Defensa va a abrir, de manera gradual, 34 camas para pacientes de Medicina Interna, además de que "no se trasladarán enfermos ya hospitalizados en el Miguel Servet".

Los servicios que se verán afectados por estos movimientos serán el de Urología, que se ubicará en la segunda planta que además tendrá la función de comodín" y las unidades de Arritmias, Reanimación y Hemodiálisis, así como el Hospital de Semana, aunque éste se cierra "largos periodos" durante el verano.

Por otro lado, Aldámiz-Echevarría ha anunciado que los trabajos de reforma de la cafetería van a concluir este mes de julio y el mes de agosto se realizará el montaje de la instalación, por lo que la previsión de apertura se sitúa en el mes de septiembre, en una instalación que va a contar con "accesibilidad total, hoy y en el futuro".