El tráfico en dirección al Pirineo (N-330) a través del puerto de Monrepós ha sido restablecido la tarde de hoy, siete días después de que un grave deslizamiento de ladera obligara a cortar este eje viario fundamental para las comunicaciones con el norte de la provincia de Huesca.

Un desvío de 300 metros de longitud situado por encima del tramo de carretera afectado por las grietas y hundimientos que provocó el deslizamiento permite la circulación rodada en ambas direcciones para todo tipo de vehículos.

La práctica totalidad de vehículos que se han servido de este nuevo tramo, que continuará operativo hasta que finalicen las obras de construcción de la autovía que sustituirá a la N-330, se dirigían en dirección al Pirineo.

Antes de ser abierto al tráfico el desvío habilitado, el director general de Carreteras de Fomento, Jorge Urrecho, ha inspeccionado las obras llevadas a cabo para garantizar un tráfico "seguro" para los usuarios.

Ha explicado que para fortalecer la seguridad de este tramo provisional no sólo se han introducido micropilotes en la montaña y se ha rebajado el talud que se alza sobre el asfalto, sino que se ha reforzado la vertiente descendente de la ladera afectada por el deslizamiento.