El tranvía de Zaragoza no estará hoy en huelga pero ya veremos el próximo sábado. Sobre la bocina y tras más de 14 horas de reunión, el comité de empresa de Tranvías Urbanos de Zaragoza decidió abrir un paréntesis y suspender los paros previstos para hoy y el día 5 tras alcanzar un preacuerdo con la dirección. Se abre un paréntesis hasta el próximo sábado para eximir a los usuarios de pagar un peaje que quizá sea innecesario. Porque ahora la plantilla de conductores será quien opine sobre la oferta presentada ayer por la dirección en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). Y dar carpetazo a la huelga o retomarla el próximo sábado, día del pregón de las fiestas del Pilar.

La propuesta de la empresa promete atender sus reivindicaciones, pero no ahora, sino en enero, a cambio de unos meses de paz social en la línea Valdespartera-Parque Goya. Fiarse o no, esa es la cuestión que se deposita en el voto de los trabajadores, que votarán en asamblea mañana miércoles, el mismo día que lo harán los empleados de Avanza Zaragoza sobre los paros de cuatro horas diarias también convocados en el autobús y que, curiosamente, si prosperan también se iniciarían el sábado.

EL MISMO DÍA 4

Los representantes sindicales prefirieron no tomar una decisión definitiva que le corresponde ahora a los casi 60 conductores del tranvía llamados a la huelga. El preacuerdo deja ahora en el aire los paros que se pretendían hacer todos los martes y jueves de 7.00 a 9.00 horas y de 19.00 a 21.00; y sábados, entre las 10.00 y las 12.00 y entre las 19.00 y 21.00. Un calendario y cuatro horas de afecciones en el servicio que no quedan abandonadas sino en el congelador, con el compromiso de no ejecutarlos ni hoy ni el próximo jueves, sino esperar al sábado.

Ahora se traslada toda la presión a sus compañeros del bus en una mesa de negociación en la que estará también Avanza Zaragoza, que tiene el 80% del accionariado de Tranvías Urbanos. Mientras, se prepara la consulta y opinan, unos y otros, el mismo día 4. Ahora es una cuestión de confianza en la empresa pero, en paralelo, está la concentración del bus fijada para hoy en la plaza Aragón, a la que también podrían sumarse.

Horas de espera que no estuvieron exentas de tensión y cierto malestar con el ayuntamiento por los servicios mínimos. Pero al menos el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, se ponía de su lado e instó a la operadora a que dialogara para alcanzar un acuerdo que evitara los paros. A su juicio, esta tenía la llave y surtió efecto.

Además, confió en que este problema no se «cronifique», como ha sucedido en el autobús. Por eso exigía zanjar las diferencias en el tranvía con una «resolución pacífica» que, finalmente, parece haberse dado. Aunque es la plantilla la que debe ratificarlo, este fuego parece apagado.