El tranvía de Zaragoza tiene marcados en el calendario cinco sucesos mortales, el último esta madrugada, cuando un hombre de 64 años ha fallecido tras resultar gravemente herido al ser golpeado por el mismo. Y la semana pasada, un joven de 24 años fue arrollado por cruzar de forma indebida, según la Policía Local. Los dos últimos años han sido los más trágicos en la línea 1, con 14 atropellos de los 24 registrados en seis años. Desde Los Tranvías aseguran que se trata de sucesos dolorosos pero aislados, ya que por cada fallecido, se transportan 37 millones de pasajeros (por kilómetro recorrido).

La ratio resultante por cada accidente mortal y millón de usuarios es de tan solo el 0,02%. Desde el 2011, el Urbos 3 ha registrado 151.469.000 viajeros y se han producido 24 atropellos, lo que eleva la ratio al 0,16%. Es decir, que por cada suceso de este tipo, la línea 1 lleva a 6,3 millones de pasajeros. En cuanto a pasajeros heridos a causa de un frenazo, la cifra se reduce a nueve, tres en el 2016; cuatro en el 2015 y dos en el 2013, según los datos del ayuntamiento. No hay cifras del 2017.

NUEVO ACCIDENTE

Aunque, más allá de la estadística, la preocupación aumenta cuando se dan accidentes como el ocurrido ayer mismo en Gran Vía, a la altura del cruce con la calle Dato, en el que un peatón de 64 años, F.S.M, ha fallecido esta madrugada tras ser golpeado en el pecho por el tranvía.

Se trata del segundo atropello que acaba en muerte ocurrido en Zaragoza en el escaso margen de siete días. El sábado de la pasada semana en la plaza San Francisco, un convoy segó la vida de un joven que llevaba puestos unos auriculares y no se percató de la cercanía del tranvía. En el caso de ayer, la compañía que explota la línea ha abierto una investigación para determinar las causas, para lo que se examinarán las imágenes disponibles. El atropello se registró a las 18.35 horas, y diez minutos más tarde ya se había reanudado el servicio, que registraba una gran afluencia.

Pero, a expensas de lo que esta concluya, sigue el debate sobre la siniestralidad en la línea 1, que atraviesa la ciudad de norte a sur, entre Parque Goya y Valdespartera, recorre 12,8 kilómetros y tiene 25 paradas. Realiza todo el recorrido en 39 minutos y la velocidad máxima que alcanza es de 50 km/h. Dependiendo del tramo, oscila entre 15, 20, 30 y 50 km/h. Pero, gracias a un sistema de seguridad, el convoy nunca puede superar la máxima estipulada, ya que, en caso contrario y de forma automática, se produce un pitido de alerta y, si el conductor no reduce la velocidad, frena la máquina en seco.

POR CAUSAS AJENAS

Y, a pesar de este, desde el 2011 (a falta de los datos oficiales del 2017) se han producido más de una veintena de accidentes de los que han salido heridos 17 peatones, nueve pasajeros -principalmente por caídas tras un frenazo repentino- y han fallecido cinco personas. No hay datos del número de choques con vehículos.

En Los Tranvías de Zaragoza insisten en que, en el caso de todos los fallecimientos, ha quedado demostrado que ha sido por causas ajenas al servicio. Uno de los principales problemas es la falta de concienciación de los peatones, que cruzan por mitad de la traza o con el semáforo en rojo.

El joven fallecido el sábado pasado, al parecer, cruzó llevando puestos unos auriculares que le impidieron advertir la proximidad del Urbos 3. En el 2014 perdió la vida una mujer de 65 años que fue arrollada al cruzar en rojo. Y en el 2017 murieron dos personas en apenas tres meses. La primera fue en agosto, un hombre de 85 años que fue atropellado al invadir la vía también con el semáforo en rojo. En octubre, un varón de 60 fue arrollado en Gómez de Avellaneda, en la plaza Ortilla Ranillas y a pocos metros de la parada de Rosalía de Castro, al pasar por una zona sin regular.

En cuanto a los heridos por atropello, hasta el 2016 ha habido 17 tras resultar arrolladas o golpeadas por el Urbos 3. De ellas, cuatro en el 2016, siete en el 2015 y seis en el 2013.