El Ayuntamiento de Zaragoza asegura que la proliferación de la mosca negra en los tramos urbanos del Ebro y el Gállego está más que controlada y sus niveles de presencia en el río son muy aceptables. Después de unos meses de junio y julio con mucha actividad, y preocupación en los usuarios del cauce y las riberas, los últimos muestreos realizados por el Instituto Municipal de salud Pública aseguran que el último tratamiento aplicado en las aguas, sobre las algas, que es donde anidan, han dado muy buenos resultados y sus niveles son ahora «muy aceptables». De hecho, comparados con el anterior, se podría decir que las larvas en los macrofitos son casi inexistentes.

Fuentes oficiales del consistorio explicaron ayer a este diario que «en el último control, realizado el pasado 20 de julio, los recuentos en el Ebro oscilaban entre 0 y 9 larvas de mosca negra por cada 100 gramos de macrófitos». «En el Gállego los recuentos fueron mayores: hasta 776 larvas por cada 100 gramos en Peña del cuervo, lo que obligó a un tratamiento de las aguas», añadieron.

DOS VECES ESTE VERANO

Así que después de aplicarlo, ahora tocaba hacer una nueva inspección de las zonas y «se confirmó la eficacia» del mismo, ya que «en Peña del Cuervo no aparecieron larvas y solo unas pocas, 29, en Peñaflor», lo que representa una disminución de más del 96% con respecto al muestreo de julio.

Otro de los resultados destacables, apuntaron desde el consistorio, es «la ausencia en el Ebro de pupas», que corresponde a la fase entre larvas y adultos, que «es una señal del descenso claro de la mosca negra en el río ahora y en las próximas semanas».

Tras estos resultados, desde el ayuntamiento consideran que no hay que realizar nuevos tratamientos. Ya se han hecho dos en el Ebro y otros tantos en el Gállego durante este verano, y ahora esperarán a «finales de agosto» para realizar otra prospección. Y actuar solo si algo cambia.