Ayer vio la luz en el salón de plenos de la Diputación Provincial de Zaragoza el Consejo Metropolitano de la Movilidad, un «foro de debate, diálogo y participación» en el que analizar las administraciones autonómica y locales (zaragoza y el resto de municipios del entorno) y los agentes sociales y entidades privadas los nuevos retos de futuro en este campo. Un instrumento del que se dota al Consorcio de Transporte y que se estrenaba con una ponencia técnica con el tren tram de protagonista. Un análisis que contó con la participación de representantes de la ciudad alemana de Karlsrühe, primera capital europea en implantar este medio de transporte mixto de alta capacidad (desde 1973) y de Bahía de Cádiz, que estrenará la primera línea en España «a finales de este año o principios del 2019».

El consejero de Vertebración del Territorio de la DGA, José Luis Soro, destacó que se está trabajando en el anteproyecto de la nueva ley de movilidad en Aragón (se expuso ayer) y su apuesta por impulsar el Aratrén, el tren- tram aragonés, que buscará «irradiar las inversiones que se hagan en el tranvía de Zaragoza al resto de Aragón». Apelan a la «complicidad» del ayuntamiento para incorporar esta combinación del servicio ferroviario con el tranvía pero «los plazos los marca el ayuntamiento».

También asistió la concejala de Movilidad del consistorio zaragozano, Teresa Artigas, que recordó que la decisión sobre el impulso a la línea 2 del tranvía depende de un estudio de viabilidad que no se conocerá hasta el final de legislatura. Aunque «en uno o dos meses» se conocerán más claves técnicas para tomar decisiones, cuando se crucen los datos del diagnóstico hecho para el Plan de Movilidad Sostenible y los estudios sobre el eje este-oeste que se tenían. Insistó en que presenta como «la mejor solución».

Mientras, la edila impulsaba «un grupo de trabajo» que aborde futuras soluciones para el servicio de bus a polígonos industriales. Y estudiar propuestas como las líneas que costeen las empresas de forma mancomunada.