Aunque es un joven treinteañero, Manuel Hernández Hernández es un viejo conocido tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional. De hecho, en su historial delictivo resaltan nada menos que siete condenas por diferentes delitos entre los que destacan el robo con fuerza en las cosas, hecho por el que ayer abandonó por unas horas el centro penitenciario de Zuera para ser juzgado en la Audiencia Provincial de Zaragoza. En esta ocasión, este joven consiguió llevarse 10.000 euros en efectivo y joyas por valor de más de 14.000 euros de una casa situada en la urbanización Torre San Lamberto de la capital aragonesa.

Aunque inicialmente defendía su inocencia, su abogado, Alfonso Bayo, y el fiscal del caso, José Luis Hedo, llegaron a un acuerdo para rebajarle la pena de los 6 años a los que se enfrentaba a un total de 3 años. La atenuante que le permitió está importante reducción fue la presentación, por parte de su defensa, de un informe médico en el que se resalta que Manuel Hernández Hernández es drogadicto. Una situación que aceptó el ministerio público, si bien junto a la pena privativa de libertad este hombre tendrá que indemnizar al matrimonio víctima del robo con la cantidad de 3.134,71 euros por los efectos no resarcidos por la compañía aseguradora, otros 9.699,49 euros por el dinero que sí pagó el seguro y 11.003,29 a dicha empresa. A esa factura tendrá que añadir los 258,71 euros como consecuencia de los daños ocasionados.

Los hechos que finalmente acabó reconociendo Manuel Hernández Hernández tuvieron lugar en la tarde del 11 de febrero del 2016. Este joven golpeó la puerta metálica del muro perimetral de una vivienda para acceder al jardín y, tras ello, forzar una segunda entrada para acceder al interior del domicilio. Ya en el interior del mismo, este hombre y alguna otra persona que no pudo ser identificada y que el encausado tampoco quiso delatar consiguieron llevarse 10.000 euros en efectivo que los propietarios de la casa guardaban, así como también una cámara de fotos y de vídeo, objetos de oro y relojes de marcas como Rolex y Longines.

La identificación de Hernández Hernández fue fácil para la Brigada de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, ya que, a pesar su vasta experiencia, las huellas que dejó en el lugar de los hechos le delataron. Una importante prueba que le impedía llevar a cabo una defensa absolutoria como pretendió en un principio.

La urbanización en la que robó este joven, junto a otras como Montecanal, son el principal objetivo de los ladrones especializados en chalés que actúan en la capital aragonesa. La última banda desarticulada llegó a desvalijar un centenar de casas.