La Audiencia de Zaragoza ha condenado a 3 años de prisión a un hombre que se aprovechó de la relación que había iniciado con su compañera sentimental para hurtarle las llaves de la casa de su madre y robarle joyas por un valor aproximado de 4.910 euros. La sentencia, de conformidad, aprecia la agravante de reincidencia pero la compensa con una atenuante por anomalía psíquica por drogadicción.

Según relata el tribunal, el acusado, Pablo Joaquín C. G., inició una relación sentimental con su pareja a mediados de 2015, y unos meses después, en diciembre, le quitó las llaves del piso de su madre en Zaragoza y le robó joyas.

Las alhajas fueron vendidas en establecimientos de venta de oro y joyas y no llegaron a ser recuperadas por los investigadores.

Destacan los magistrados, a tenor de los informes periciales aportados, que el acusado padece un trastorno límite de la personalidad de tipo de social, próximo al trastorno mental a causa del consumo prolongados de drogas, una situación que le provoca una «migración de la imputabilidad».