Tres hombres, vecinos de Madrid, han sido sorprendidos por agentes del Seprona de la Guardia Civil cuando cazaban de forma furtiva cabra montés en el coto del pueblo de Villarluengo y en la reserva de las Masías de Ejulve, ambos en la provincia de Teruel.

Los cazadores furtivos, a los que se acusa de la comisión de un supuesto delito contra la fauna, portaban en bolsas de basuras dos cabezas de cabra montés (Capra Pyrenaica), que habían abatido anteriormente, y de las que se deshicieron en su huida, antes de ser interceptados, ha informado hoy la Guardia Civil.

Las dos cabezas fueron recuperadas y localizados los cuerpos degollados de las cabras por los agentes del Seprona, quienes han intervenido la escopeta con la que fueron abatidos, un sofisticado rifle marca Thomson calibre 243 con mira telescópica y visor nocturno.

También se les intervinieron dos emisoras portátiles, linternas y munición, que portaban en los dos vehículos con los que se desplazaban antes de ser detenidos, lo que pudo ser posible gracias a un gran operativo que se desarrolló durante varios días y que culminó el pasado domingo, 23 de noviembre.

En este operativo intervinieron patrullas del Seprona de la Guardia Civil de Mora de Rubielos, Alcañiz y Monreal del Campo, agentes de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón y miembros del servicio de guardería de la Reserva de Caza de las Masías de Ejulve (Maestrazgo).

Como consecuencia de este despliegue, y sin tener relación con los anteriores, fueron detenidos otros dos cazadores furtivos la noche del pasado día 9 de noviembre en la Reserva Nacional de Caza "Montes Universales".