Varios jóvenes denunciaron el domingo una agresión de los agentes de la UAPO --Unidad de Apoyo Operativo de la Policía Local de Zaragoza--, que según su versión habrían irrumpido en su fiesta de cumpleaños y provocado lesiones a tres chicas, una de las cuales adjuntó un parte de lesiones del hospital Royo Villanova por hematomas en el brazo.

La agresión, según adelantó ayer Heraldo.es, se habría producido a las dos de la madrugada del sábado, en un local que al parecer tienen alquilado en la calle Bolivia del barrio de Delicias. Según fuentes oficiales de la Policía Local, sin embargo, los agentes no emplearon ni siquiera la fuerza mínima imprescindible para reducir a los jóvenes.

Según el atestado policial, una patrulla se personó en el local ante el aviso de un vecino por el ruido --al parecer no era la primera vez que acudían--, y al no abrir la puerta los jóvenes, avisaron a los UAPO. Finalmente accedieron al local, y requirieron la autorización del local, que los jóvenes no aportaron. Identificaron a uno de ellos para tramitar una sanción administrativa por las molestias a los vecinos y se marcharon.

Según esta versión, cuando se disponían a irse una de las jóvenes, en evidente estado de ebriedad, se puso ante el vehículo para pedirles el número de placa. Pese a que se lo dieron, no se apartó, por lo que los agentes la apartaron, "sin violencia". Pero cuando la tocaron, el resto del grupo salió del local y se formó un tumulto. Los agentes pidieron entonces la identificación a todos ellos para tramitar denuncias administrativas por alteración del orden público.

Los jóvenes aseguran que al ver a una de ellas grabando con el móvil, la golpearon en la cara para quitárselo y borrar las imágenes, así como otro teléfono que luego encontraron roto en una calle contigua. La Policía, sin embargo, solo admite que requisó temporalmente un móvil para comprobar si habían grabado a los agentes, y cuando comprobó que no, lo devolvieron.

Las consecuencias del altercado difieren considerablemente de una versión a otra, así como el método de registro, que en la versión de los jóvenes incluye un registro con linternas con las luces del local apagadas. Pero sobre todo cambian las lesiones, que habrían sido en el brazo de la chica que les pidió la identificación, en la cara de la que les grabó y los golpes de porra de una tercera.

Los jóvenes han manifestado su intención de llevar los hechos ante el Justicia de Aragón, así como su esperanza de poder llevar a los agentes a juicio. En uno de los últimos procesos contra agentes de la unidad, en la Audiencia Provincial, salieron absueltos.