El Juzgado de lo Penal número 1 de Zaragoza ha condenado a seis meses de prisión a dos hombres por adquirir más de tres toneladas de chatarra procedente del robo en una nave del polígono Miravegas de Figueruelas (Zaragoza). Inicialmente iban a ser juzgados como autores del robo, si bien la Fiscalía admitió que no había pruebas de ello y modificó la acusación por un delito de receptación. El caso se juzgó cinco años después de que se fueran detenidos.

Todo parte de un robo ocurrido en abril del 2013 cuando varias personas que no han llegado nunca a ser identificadas entraron a una nave y se apoderaron de una gran cantidad de materiales que había en su interior (un cañón de espuma con patas elevadoras, dos bombas de cañón, una bandeja de hierro del cañón, dos motores de alta presión, canastillas llenas de cables y alargaderas, entre otros objetos). Según la sentencia, «unos días más tarde, José Luis A. y Rubén C. cogieron y cargaron una parte importante de estos efectos en la furgoneta de uno de los encausados, sabiendo que provenían de un ilícito. Los efectos estaban en buen estado y su valor fue tasado pericialmente en 12.710 euros». Estos fueron revendidos a otro chatarrero que, según el magistrado, desconcía el origen del material.

La venta se documentó como más de tres toneladas de chatarra; 30 kilos de cobre forrado, 22 kilos de acero inoxidable y 660 kilos de chatarra. Una parte de la mercancía, como fue el cañón de espuma, pudo recuperarla su propietario, después de que la Guardia Civil realizara una inspección en almacenes de hierros para saber si estos objetos habían llegado a allí.

El juez que ha dictado la sentencia señala que las «únicas pruebas que les incriminan» es que estaban en posesión de ese voluminoso material. Y es que los acusados aseguraron que se los encontraron un anoche junto a una gasolinera y que no dudaron en echarlo todo a su furgoneta y llevarlo a vender a un almacén de chatarra.