Un primer grupo de los doscientos infantes de Marina españoles, que llegaron el pasado jueves a Haití en el buque Castilla, comenzaron ayer a instalar su campamento en Fort Liberté, al noreste de la isla, mientras sigue la descarga de material en el puerto de Cabo Haitiano, al norte.

Unos ochenta miembros de la fuerza española ya están en la frontera con la República Dominicana, a cuatro horas de camino de la capital, Cabo Haitiano, según el coronel de la Fuerza de Infantería, Javier Hertfelder.

Aunque Fort Liberté está sólo a 55 kilómetros de Cabo Haitiano, la carretera está en malas condiciones y los vehículos que cargan contenedores tienen que sortear los cables bajos que atraviesan la vía, lo que retarda el viaje. "De una estimación inicial de cuatro horas por columna pasamos a unas cinco horas", dijo el coronel.

El contingente español, al que sumará en los próximos días uno marroquí, relevará al chileno, que está desplegado en la zona.

El contingente militar de Marruecos partió el pasado 22 de octubre y estará integrado en un batallón hispano-marroquí bajo mando español. "No calculo más de diez días para que asumamos los cometidos de los chilenos", apuntó el coronel.

La fuerza española, que permanecerá de cuatro a seis meses en el país y después será relevada, también se desplegará en Ouanaminthe, fronteriza asimismo con la República Dominicana, donde establecerá una base de patrullas.

PATRULLAS ESTABLECIDAS El coronel explicó que inicialmente se enviarán patrullas a Ouanaminthe, pero que "una vez que se encuentre un edificio o terreno para establecer una base de patrullas, destacaré allí a cuarenta hombres", aseguró el coronel Javier Hertfelder.

Entre la carga del buque Castilla también hay ayuda humanitaria. Se trata de diez toneladas de carne enlatada y una de medicinas, que se repartirán entre Fort Liberté y otras zonas de Haití.