El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha confirmado que la tutela de una hija discapacitada mayor de edad corresponde a la madre, en una sentencia en la que rechaza la petición del padre de compartir su cuidado entre ambos progenitores. Los magistrados consideran en su resolución que el proceso de separación iniciado por la pareja dificulta la adopción de decisiones conjuntas respecto a una hija que requiere de continuos cuidados a causa de la gravedad de su discapacidad psíquica.