La Sección I de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) suspendió ayer cautelarmente la orden emitida por el Gobierno de Aragón el 8 de febrero del 2017 que aprobaba el Plan General de Pesca de Aragón para este año.

La noticia fue recibida con alivio y alegría en las poblaciones ribereñas de los embalses de Mequinenza y Ribarroja, dado que la citada norma, que obligaba al sacrificio de las especies invasoras capturadas, ponía en peligro el turismo deportivo en las comarcas orientales de Aragón.

La orden, según consta en la sentencia, fue impugnada por la Federación Aragonesa de Pesca y Casting, que pidió la suspensión de la vigencia de la orden o, subsidiariamente, la suspensión cautelar de varios de sus preceptos.

La sala ha acordado la medida cautelar de suspensión dado que se trata de un plan anual con vigencia para este año 2017 y «de no estimarla, será imposible garantizar la pretensión de permitir la modalidad de pesca de captura y suelta de las especies indicadas para el presente año».

La temporalidad del plan de pesca, válido para una anualidad, ha permitido al tribunal adoptar esta medida a pesar de que «en términos de generalidad siempre ha de valorarse de forma más prevalente el interés general de protección del medio ambiente».

El auto dice que debe de considerarse protegible la decisión de la comunidad de proceder a la extinción de las especies exóticas, pero los alegatos y pretensiones de la federación «no son endebles» y los perjuicios que esta expone permiten demorar la aplicación de la normativa al menos hasta que se puedan valorar sus argumentos y determinar efectivamente si la norma es o no contraria a derecho.

La federación hizo su solicitud al considerar opuesto al ordenamiento jurídico el plan, por entender que debían seguir siendo especies pescables la trucha arcoiris, la carpa común y el black bass. En el nuevo plan se obliga en las competiciones deportivas, a dejar de practicar la modalidad de captura y suelta de estas especies, que deben ser sacrificadas al considerarse alóctonas.

La queja se basa en que no se regula este sacrificio, que entorpecerá las competiciones, mientras que antes se debía de mantener viva la pieza hasta el final de la competición.