La concesionaria del servicio de autobús urbano en Zaragoza ha decidido hacer una entrada triunfal en los próximos diez años de contrata. Después de la firma del contrato, rubricado ayer con el ayuntamiento, va a plantear que necesita desprenderse de hasta 150 trabajadores de forma inminente. O evitar que haya despidos en una negociación que arrancará esta misma semana con el comité de empresa y en la que se pondrán sobre la mesa otras alternativas como la reducción de sueldo y de horarios de todo el personal para evitar que haya bajas en una plantilla que supera los 1.100 trabajadores y en la que el sueldo medio supera los 35.000 euros anuales.

Este es el comienzo esperado para muchos, después de que el consistorio anunciara una reordenación de líneas con la que se va a facturar tres millones de kilómetros menos con la nueva contrata. Y el más temido para quienes defendían que el traspaso de poderes se haría sin víctimas, ya que se garantizaba en los pliegos que se subrogaría a todo el personal. Y así ha sido. Por eso TUZSA, por más que se haya constituido en la sociedad anónima Autobuses Urbanos de Zaragoza --así se le va a conocer a partir de ahora--, ha esperado a la firma del nuevo contrato para recibir a todos los empleados y que, ya siendo otra empresa, al menos en los papeles, plantear un reajuste de personal más acorde al servicio que tiene que prestar.

28 DÍAS DE PLAZO En este punto es en el que entra en juego la reordenación de líneas de autobús que empezará a hacerse efectiva a partir del próximo 1 de agosto. Empezará a haber 35 diurnas y siete nocturnas, tres menos que ahora, y otras once ven modificados sus recorridos o frecuencias. Esta fecha está marcada en rojo en el calendario, tanto en el del consistorio, que empezará a pagar menos por el servicio, como por la empresa que, se llame como se llame, ingresará menos. En kilómetros, en el precio por cada uno de ellos y en el beneficio industrial (pasará a ser del 5%, no del 15%).

Por eso tiene 28 días para especificar cómo va a prestar el servicio, los 17,9 millones de kilómetros. Y negociar con los representantes sindicales una decisión de futuro que podría pasar por un expediente de regulación de empleo, en el que esas 150 bajas no tienen que ser necesariamente forzosas, y donde habrá que descontar las posibles jubilaciones; o hablar de reajustar salarios que, sin duda, iría acompañado de una adecuación de horarios para poder salvaguardar todos los empleos.

Atrás quedan todas las negociaciones previas por el convenio, en la que garantizar el incremento del salario y planificar un incremento progresivo de la nómina. Por este lado, el comité y los trabajadores deben determinar si es posible este sacrificio general para que no haya despidos. El denominador común de todas estas opciones es que los costes de unos posibles despidos los asume la nueva contrata.

Mientras, TUZSA anunciaba ayer, ya como Autobuses Urbanos de Zaragoza, que gestionará el servicio de autobús urbano de la capital aragonesa durante un plazo de diez años, prorrogable a otros cinco, en virtud del contrato firmado ayer con el ayuntamiento. Que la empresa se ha constituido siguiendo las exigencias administrativas de los pliegos de condiciones y que prestará el servicio regular con 315 vehículos; el transporte de personas con movilidad reducida severa (PMRS), con once; y el del bus turístico, con tres. Es, según destacó la concesionaria, "el mayor servicio de estas características operado por una empresa privada en España". Ahora definirá cómo lo presta y con cuanta gente, porque echar a 150 personas supondría desprenderse de casi el 10% de su plantilla actual.