El sindicato agrario Uaga ha denunciado hoy el ataque de un oso a un rebaño de ovejas en las inmediaciones del núcleo de Bonansa, en una zona del Pirineo aragonés muy transitada por cicloturistas.

Según afirma la organización en un comunicado, el ataque se produjo el pasado lunes en un punto situado a dos kilómetros de la referida población, ubicada en la zona más oriental del Pirineo aragonés, y ocasionó la muerte de dos ovejas.

El suceso ha ocurrido unos días después de ser avistados en el valle de Benasque una osa y su osezno, procedentes, según los expertos del Departamento de Conservación del Medio Natural del Gobierno aragonés, del valle de Arán (Lérida).

En su escrito, Uaga reitera su rechazo a la reintroducción de osos en el Pirineo sin un acuerdo previo y negociado con los ganaderos de la zona, y reivindica el mantenimiento y mejora de las ayudas compensatorias previstas para los afectados.

El sindicato agrario destaca que el Gobierno aragonés eliminó en 2011 las ayudas destinadas a ganaderos ubicados en zonas oseras por falta de recursos presupuestarios, aportaciones, añade Uaga, que se dejaron de pagar ya un año antes.

Según esta organización, una explotación media de ovino percibía en el año 2009 alrededor de 7.000 euros anuales en concepto de indemnización, y se beneficiaba de las medidas de apoyo habilitadas por la administración como perros mastines, vigilantes o cercados.

Afirman que en la actualidad los ganaderos no disponen de ninguna medida de apoyo y protección frente a los ataques de osos, ni perciben ayudas compensatorias.

Los afectados consideran "imprescindibles" unas medidas de compensación y compatibilización que garanticen el futuro del sector ganadero y la seguridad de sus rebaños.

Además, advierten de que los ataques de los osos y los destrozos causados a las tierras de labor por especies como el jabalí provocan graves pérdidas a agricultores y ganaderos y ponen en peligro el sistema tradicional de la ganadería extensiva.